CONSEJO DE SEGURIDAD
Por Venezuela Real - 25 de Septiembre, 2006, 23:02, Categoría: Política Internacional
Diego Bautista Urbaneja
25 de Septiembre de 2006 Chávez ha hecho de la obtención de un puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas un punto de honor. Como EEUU por su parte se ha lanzado a respaldar de un todo la candidatura de Guatemala para ese mismo puesto, ganar la votación en la Asamblea de la ONU significaría para Chávez la ocasión de mostrar una gran victoria en la arena internacional. Pero más le significaría en la política interna de Venezuela. De hecho, a estas alturas, la principal significación de ese logro sería interna. Chá ez haria de ello una bandera electoral, cuya verdadera importancia en cuanto a traducirse en votos para Chávez dependerá mucho de las circunstancias que existan para la fecha. En cuanto al sistema internacional, los efectos de la presencia de Venezuela en el Consejo de Seguridad son dudosos o negativos. Dudosos, en cuanto que está por verse si ese puesto lo desempeñará un representante del actual gobierno, o un representante de un nuevo gobierno. Dudoso, en otro sentido, porque, en caso de que este gobierno siga en funciones en el 2007, seguramente es poco o complicado lo que puede lograr una voz vociferante y desbocada en un organismo como ese. Negativo, porque no parece que la presumible conducta venezolana, si le toca desempeñarla a este mismo gobierno, vaya a significar una buena contribución a la solución de los problemas que se ventilan en ese Consejo. Negativa, porque, como se ha dicho por ahí, la presencia de un gobierno tan dado al desplante, al escándalo y al extremismo, va a conducir a que muchos países, sobre todo los más poderosos, prefieran usar otros canales para negociar sus asuntos. La ONU y su Consejo de Seguridad perderán algo más de peso como organismos efectivos. Eso fue lo que privadamente le dijo Kofi Annan al presidente guatemalteco Oscar Berger, según unas atrevidas y no desmentidas declaraciones que el mandatario centroamericano dio. Para Chávez, el significado de la votación para el puesto en el Consejo de Seguridad ha cambiado. Hasta no hace mucho, cuando se podía dar por segura su reelección, el significado de esa votación era sobre todo internacional. Era un paso más en la construcción de ese liderazgo mundial cuyo espejismo lo tiene embriagado. Pero con la evolución que está experimentando el cuadro electoral, la fulana votación, en caso de serle favorable, pasa a ser sobre todo un instrumento electoral En las circunstancias en las que parecía que Chávez tenía el triunfo en el bolsillo, podía él sacar provecho internacional tanto de una victoria - siempre preferible por supuesto - como de una derrota. "Le gané al Imperio" o "el Imperio con todo su poder no pudo obtener más que una victoria pírrica" (porque con toda seguridad que así la hubiera llamado). En ambos casos, David victorioso o David derrotado después de una corajuda batalla, Chávez salía bien parado ante esa cosa cuyo centro se cree : el mundo. Pero ahora, con el asunto electoral complicándosele cada vez más, en la ONU no le sirve sino una victoria. Sólo una victoria le funciona en aquello para lo cual la votación en la ONU le importa ahora : ayudarlo a ganar el 3-D. En un ambiente donde la victoria ya no está nada segura, no obtener el puesto en el Consejo de Seguridad dejaría el desnudo lo inútil de tanto viaje, de tanta oferta, de tanto compromiso adquirido y de tanto dinero gastado en esas estrambóticas y comprometedoras giras internacionales. Lo frágil de su poder de convocatoria. Sería un golpe noble para su imagen interna, en un pésimo momento. La votación para el Consejo de Seguridad tendrá lugar hacia el 16 de octubre. Si para ese momento, como luce muy posible, las tendencias están en marcha, en el sentido de un sostenido y firme ascenso de Rosales y un descenso de Chávez, el evento de la ONU, en caso de favorecer al actual gobierno, poco podrá hacer para frenarlas y mucho menos para invertirlas. Los indicios son los de que el actual gobierno no está en condiciones de obtener el ansiado escaño y que esa noticia va a llegar en un mal momento para Chávez. Así que habrá que prepararse a enfrentar con serenidad la rabieta que tal cosa pueda producirle. Si, en cambio, tienen éxito las "diligencias" que ha hecho el caballero, lo interesante será lograr que para esos mediados de octubre las cosas estén marchando de tal forma y con tal fuerza, que el éxito de marras no signifique sino que el pobre Arias Cárdenas tendrá que entregar su flamante escaño al representante del presidente Manuel Rosales. |
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