Fabricante de armas
Por Venezuela Real - 18 de Diciembre, 2006, 19:27, Categoría: Temas Militares
Arlette Danglades Gentiuno 17 de Diciembre de 2006 Dentro del cúmulo de declaraciones sobre el hecho electoral y sus resultados hay una información que ha pasado casi inadvertida pero que por sus connotaciones e implicaciones a mediano y largo plazo me parece importante traer a la consideración de los lectores; y es que a la vuelta de tres años comenzará a operar en Maracay una fábrica de fusiles AK-103, con una capacidad de producción de 50 mil fusiles diarios, a la cual se añadiría, en un mediano plazo, otra de municiones, según declaraciones ofrecidas a la prensa por el General de División Gustavo Ochoa Méndez, Presidente de Cavin, para luego agregar con entusiasmo que esta fábrica estará a la altura de muchos países industrializados y será fuente de generación de empleo. Si a esto agregamos la compra de 24 aviones de caza rusos Sukhoi, 53 helicópteros artillados MI-24, y 100 mil fusiles Kalashnikov, la conclusión a simple vista es que nos estamos preparando para la guerra, lo cual coincide plenamente con lo expresado por el Presidente de la República de que su revolución es pacífica pero armada. Ya no se trata de modernizar y equipar a la FAN para la defensa del territorio nacional, con lo cual estaría totalmente de acuerdo, si no de convertir al país es un proveedor de armas, es decir, un proveedor de muerte y destrucción. Mientras esto tiene lugar en Venezuela, en Costa Rica se trabaja en un proyecto de reforma a la Ley de Armas que contempla entre sus aspectos principales el prohibir de forma total la fabricación de cualquier tipo de arma o de componentes exclusivamente a ser utilizados en la fabricación de este tipo de artefactos, y su Presidente Oscar Arias, Premio Nóbel de la Paz, afirma que "jamás permitiría utilizar el suelo costarricense para fabricar instrumentos de guerra o de muerte", además de subrayar que, junto con este proyecto, el Ejecutivo respaldará la iniciativa para introducir una reforma constitucional que prohíba la fabricación de armamento y municiones en ese país. Vemos aquí dos posiciones diferentes frente a un mismo hecho. En lo que a mi concierne me sentiría mejor y más orgullosa de ser venezolana si en lugar de armas pudiéramos ser reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras por ser productores de alimentos, medicamentos y otros rubros importantes para el bienestar de la población y no como fabricantes de armas. |
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