"El cartel de los soles opera en Venezuela"

Por Venezuela Real - 23 de Febrero, 2007, 11:27, Categoría: Testimonios

Elizabeth Araujo
TalCual
21 de Febrero de 2007

Reportero de El Nuevo Herald y premiado con el Pulitzer, Gerardo Reyes vino a Caracas a un congreso sobre corrupción, y se fue sin entender cómo un escándalo de drogas que vincula a altos funcionarios del Gobierno dejó de ser la noticia del año en Venezuela

A Gerardo Reyes no le extrañó el dato de que en el simposio sobre corrupción celebrado en Caracas la semana pasada, y al cual asistió como relator, no se habían registrado abogados de la contraloría ni de la fiscalía.

Reportero para América Latina de El Nuevo Herald y miembro del equipo de The Miami Herald
que ganó el Pulitzer en 1999, este abogado y periodista colombiano hizo un breve comentario que dio ocasión para una entrevista en la que revela pormenores del "caso Don Víctor".

–¿Cómo le llega información "confidencial" desde Venezuela, y cómo hace para corroborar desde Miami esos datos?
–Allá nos buscan algunas fuentes –gente acosada por el gobierno, otras cercanas – a quienes oímos, pero igual verificamos las informaciones. Hasta el último papel que nos llega. Nada es publicado sin ser corroborado miles de veces. Actuamos con independencia, y poco nos importan que sean chavistas o antichavistas. Lo que nos interesa es dar la noticia, si ésta es comprobable y cierta.Yo publiqué en El Nuevo Herald la entrevista que se le hizo a un ex agente del DAS de Colombia, en la que afirmaba que grupos paramilitares, con ayuda del DAS, preparaban una conspiración en Venezuela para matar al Vicepresidente, al Fiscal y al mismo Chávez. De igual forma, nos traen denuncias de corrupción en el gobierno y tras verificarlas minuciosamente la publicamos o la rechazamos.

–¿Cuándo confiar en lo que le llega? ¿Dispone de un "garganta profunda" ?
–Cuando se trata de Latinoamérica, confiamos más en la fuente documental que en la fuente oral porque la gente puede decir después 'yo no dije eso', o 'me tergiversaste' o 'me sacaron del contexto', y esa misma fuente! anónima se puede echar para atrás, porque se siente en peligro. Generalmente trabajamos con fuentes documentales.

Cuando publicamos en el Miami Herald la cuenta en un hotel de lujo que la empresa Smarmatic le pagó al entonces presidente del CNE, en la vísperas de una licitación, no fue que nos dijeron 'mire, le pagaron' . Fuimos al hotel y conseguimos las facturas en las que el señor Rodríguez aparecía hospedado y cuanto había gastado.

Eso fue demostrado. Smartmatic le pagó todo. Millones de dólares. En el hotel nos mostraron las cuentas.Y el señor Rodríguez no respondió a las llamadas.

Nunca nos dijo que era falso ni nos desmintió. Ahí están las pruebas. Hoy es el vicepresidente de Venezuela.

–Hace poco publicó otro caso, el del zar de la droga, implicado justamente en actividades vinculadas al narcotráfico ¿Cómo obtuvo esa información?
–Básicamente, escuché decir a una autoridad colombiana –a quien entrevistaba en otro asunto, y a quien no puedo identificar– sobre la situación del narcotraficante que había sido deportado desde Venezuela, y que al llegar a Bogotá hizo revelaciones del alto nivel de complicidad de militares y funcionarios del gobierno venezolano en el trafico de drogas. Yo nunca le hubiera hecho caso, porque se habla mucho sobre eso y nunca hay pruebas.

Pero, esta vez provenía de una autoridad y me suministraron datos e incursioné en el caso. El narcotraficante es Farid Feris Domínguez, médico colombiano, que se había ido a Venezuela huyendo de la justicia de su país, porque era buscado para ser extraditado a EEUU. Cuando seguí intensamente el proceso, cómo ocurrió y qué pasó, encontré que en efecto Domínguez había da! do decla ración oficial y obtuve copia de su confesión. Desde luego, uno no puede confiar en una sola fuente, así que averigüé dónde estaba preso y me fui a visitarlo a Bogotá, en una cárcel de altísima seguridad, la cárcel de Cómbita.

–¿Tuvo inconvenientes para obtener información?
–Digamos que no fue fácil hacer los contactos, pero tuve la suerte de que ese señor estaba muy molesto con sus amigos en Venezuela. Dijo estar contrariado con Luis Correa, con Hugo Cabezas, con un general de la GN en Lara, con una dirigente muy popular del gobierno, a quien le prestaba su avión para que viajara en plena campaña electoral, y ahora lo dejaron solo. Me contó que tenía negocios en Venezuela. Contratos con el gobierno para un proyecto de construcción de viviendas populares, en el cual suministraba los sanitarios sin pasar por la licitación, porque le daban contratos sin ton ni son. Gozaba de tantos privilegios que tenía pasaporte y cédula venezolana suministrados por la Onidex.

–Algo de eso se dijo, de una cédula de un fallecido...
–Sí. Domínguez tenía una cédula de un muerto, que se la dieron en la Onidex. Me nombró los restaurantes donde se reunió con Hugo Cabezas para esos arreglos (pasaporte, cédula de identidad, etc). Es más, me relató que Cabezas le dijo: no sólo te vamos a dar la ciudadanía, te vamos a dar documento en el que aparecerás como venezolano.

Fue así como buscaron una persona fallecida y le transfirieron los datos a Domínguez. Y era en nombre de ese muerto como él hizo sus negocios.

Disponía además de credencial de la GN, su pasaporte común y otro diplomático, como asesor del Ministro de Finanzas.
En todos aparecía como Víctor Manuel Contreras Tapias, persona que había fallecido años antes.

–Está bien, eso se lo contó él; pero ¿cómo le consta a usted que no mentía?
–Porque todo se hace evidente en un Aló Presidente, cuando el presidente Chávez anuncia su detención y deportación: "Vamos a deportar a un gran cabecilla de carteles de la droga de Colombia", y dice el nombre real, Farid Feris Domínguez, y no el que usaba aquí. Cuando algunos de sus amigos aquí lo visitan, Domínguez cuenta que les ofreció $ 2 millones para que no lo deportaran, pero no podían hacer nada porque, según le dijeron, ya Chávez lo había nombrado públicamente. Lo deportan y le robaron todo. Uno de los funcionarios se quedó con su casa en La Lagunita. Es por eso que Domínguez los denuncia. Cuando lo entrevisté en la cárcel, me lo confirmó.

Con ese dato, entrevistamos a la DEA, que nos corroboran la información y agregan que están investigando un avión que salió de Caracas con destino a México, y cayó en una ciudad de México con 5 toneladas de cocaína. Dijeron que Correa aseguraba que la droga no había sido cargada en Caracas, sino en Barranquilla, cuando la versión de EEUU, Colombia y México era que la droga había sido cargada en Caracas y que Domínguez sabía de eso. Además, me cuesta trabajo creer que un tipo como Víctor Varela (alias Jabón), buscado por el DAS y otros organismos internacionales como narcotraficante, este acá, como se dice y que el gobierno no lo sepa o realmente no lo sabe o no ha sabido ubicarlo. Es el líder del cartel del Norte.

–¿A usted no le parece inverosímil! toda es a historia?
–No, porque cada dato lo he confirmado mediante investigación, entrevistando a gente de la DEA, del DAS y personas claves.

Domínguez dice que se está formando en Venezuela un grupo del narcotráfico, llamado el "cartel de los soles", conformado por militares de alto rango. Me dice que esos militares no cobran como sus colegas colombianos, porque aquí tienen tarifa fija: una tonelada, son 4 millones de dólares.

Allá en Colombia se manejan otras cifras. Domínguez sostiene la teoría de que los militares que no tienen acceso al círculo de Chávez y no se han hecho millonarios, hallaron su fuente de fortuna a través de la droga. A mí me extraña que una información tan valiosa como esa no haya sido motivo de investigación del mismo gobierno aunque sea para refutarla.







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