Contra todo por la gloria
Por Venezuela Real - 30 de Abril, 2007, 17:15, Categoría: Política Nacional
PEDRO LLORENS
EL NACIONAL 29 de Abril de 2007 El Presidente advierte al país que después de 3.000 días de gobernar -a tontas y a locas, sin orden ni concierto- se propone, ahora sí, entrarle con furia a lo que desde hace tanto tiempo se trae entre manos, su cacareado socialismo del siglo XXI, de acuerdo con su peculiar receta: trozos de fidelismo decrépito, chips de bravuconería estalinista y una capa de altanería bolivariana, como la plasmada por el Libertador en la carta que dirigió a José Antonio Páez (23 de diciembre de 1826), para advertirle: "Yo cederé todo por la gloria, pero también combatiré contra todo por ella". Sin tomar en cuenta –y esto también va con Chávezque gloria puede no ser otra cosa que cada una de las veces que se alza el telón del teatro para que los actores reciban el aplauso del público. Cae el telón y hasta la próxima función, si todo va bien. No se avanza en la remodelación de las torres de El Silencio, en la construcción de viviendas, en las líneas del metro (cuatro estaciones y no terminadas en ocho años) y en nada de lo prometido, presupuestado y posiblemente cobrado a través de infinitas instancias diseñadas para obedecer; sin necesidad de cumplir. Pero se insiste en el gasoducto del sur y en proponer instancias y cambios de nombre, en destruir organizaciones y crear otras con los mismos cuatro muleros que van a Río o al lugar donde se haga el reparto. Y Cuba sigue siendo fuente de inspiración a pesar de que su obra más importante en casi medio siglo sigue siendo los helados Copelia. Si algo ha mejorado a paso de vencedores es el negocio de la gigantografía, con la figura de Chávez reestructurado, centralizado, regulado y con el éxito trepado, autolanzado hacia un futuro que, si se descuida, puede resultarle tan espinoso como cama de faquir. No está dispuesto a seguir permitiendo que muchos militares a los que no le hache achí la consigna patria, socialismo o muerte sigan dentro de la Fuerza Armada; que las clínicas privadas puedan ofrecer más garantías de vida que los hospitales públicos y que gobernadores y alcaldes tengan iniciativas y además las lleven a cabo. El programa Aló, Presidente se declara en televisión permanente, las 24 horas, en su bolivariano empeño de "combatir contra todo por la gloria": Lo demás puede esperar. |
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