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Cañones, aviones y reserva armada
Por Venezuela Real - 31 de Mayo, 2007, 14:46, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
RAFAEL DEL NARANCO
El Mundo 31 de mayo de 2007 Podrá estar Hugo Chávez en Miraflores varios años más, protegido por cañones, fusiles, aviones, reservistas armados y haciendo uso de las riquezas del país para su ego personal, sin que se desarrolle en él un ápice de sentido político. La prepotencia lo hunde irreversiblemente. Mandará por la fuerza, no sobre el valor moral de un estadista y el respeto de unos ciudadanos que lo están abandonando en desbandada al descubrir el verdadero rostro del autócrata palaciego. Su cadavérico futuro es magro al estar rodeado de tanto sumiso y sin una sola voz capaz de decirle sin turbación: "Reflexione, Presidente, son ya demasiados los traspiés cometidos". Al contrario, observar a esa Asamblea Nacional acoquinada, hincada de rodillas, aprobando entre discursos floridos todo aquel "se me ocurrió" que pase por la mente de poseso, da vergüenza. Lástima da ver ahora ese hemiciclo, en un tiempo tabernáculo de hombres y mujeres con ideas y agallas, convertido en un embozo desabrido de la representación popular. ¡Jamás una crítica aunque sea melosa! ¡Nunca un análisis de la situación de la nación! Solamente un coro esterilizado en permanente adulancia al Gran Dedo que los colocó en esos mullidos asientos. ¡Pena ajena, dolor de Patria amarga! Sobre esas mecedoras en que los "representantes del pueblo" inclinan sus cabezas soñolientas en largas sesiones vacías, alguien les debería dejar, con la intención de que el tiempo muerto no convierta en piedra pómez la mente, el ensayo Los últimos días de Hitler de Hugh Trevor-Roper, el historiador inglés, que siendo en la Segunda Guerra Mundial miembro del servicio de inteligencia británico, investigó las postreras semanas del Tercer Reich. Indigno sería comparar a Adolfo Hitler con Chávez (le faltaría a su lado la inteligencia práctica de Goebbels). El primero fue un monstruo; Hugo solamente un militar provinciano que, habiendo tenido los medios para hacer un gobierno ecuánime, se terminó convirtiendo en otro caudillo cabalgando entre los esteros del llano en pos de un reconcomio azuzado por el Diablo. El libro, señores parlamentarios, comienza con una frase rotunda: "Ahora que el Nuevo Orden ha pasado a la historia y el Reich milenario se ha hundido en una década, somos capaces, al fin, escarbando entre las ruinas humeantes, de descubrir la verdad acerca de aquel episodio fantasmagórico y trágico". Quien no lea la historia jamás sabrá encarar el presente. Los gobiernos sucumben cuando la obediencia se hace servil. |
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