Preguntas al Presidente
Por Venezuela Real - 27 de Junio, 2007, 8:38, Categoría: Testimonios
HEINZ R. SONNTAG
EL NACIONAL 27 de Junio de 2007 El teniente coronel devenido presidente y, por una reforma de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, comandante en jefe militar es ciertamente el jefe de Estado del mundo que más le habla a su pueblo. Sin embargo, para muchos de nosotros sigue siendo un personaje enigmático. Por tanto, hay que hacerle preguntas concretas, a ver si revela algo de su pensamiento y sentimiento. ¿Patria, socialismo o..., comandante? Con los tres puntos sucesivos de incertidumbre, todo el mundo sabe cuál es la palabra que falta. Por ello, le pregunto: ¿Por qué todo el mundo sabe que la palabra que falta es muerte? ¿Será porque usted ha acuñado este lema, sin preguntar a nadie (sí, a nadie, salvo a sí mismo, en sus momentos de más íntima reflexión), al descubrir, para su propio susto, que lo que está buscando con su proyecto no es el bienestar del pueblo que lo ha elegido, reconfirmado y reelegido sino la elevación de su propio yo, como su padre sustituto Castro? ¿Será porque usted siente que si no alcanza esa elevación llegará a la muerte? ¿O será que piensa que, si no lo alcanza, es culpa del pueblo que lo ha elegido, reconfirmado y reelegido? Hitler pensó eso, en su bunker alrededor del 20 de abril de 1945, ¿va a caer usted en el mismo patrón cuando le llegue la hora de la verdad? Porque ésta, no lo dude, comandante, le va a llegar. Por ello le pregunto: ¿Hasta cuándo, piensa usted, le van a seguir sus aláteres, de su partido único y de su círculo íntimo de burócratas, boliburgueses y militares conspiradores, cuando el pueblo se despierte y tome todavía más conciencia de su megalomanía y de sus promesas incumplidas? ¿No se da cuenta de que los jóvenes son el futuro de este país –no, como dicen sus chupamedias, "cachorros de Bush" y "lacayos del imperialismo"? Yo conozco a muchos de ellos, personalmente y a través de sus pensamientos, sueños y visiones compartidos como estudiantes, los he tratado y les he enseñado, no como usted que los conoce como soldados que deben obedecer y formar su personalidad como sus oficiales (ergo usted) lo mandan. ¿Por qué hilvana sus discursos con tantas mentiras? ¿Por qué no le dice al pueblo lo que le mueva como presidente? ¿O será verdad lo que yo sospecho: que usted desprecie al pueblo y que sus discursos no sean para comunicarle algo sino para anestesiarlo o emborracharlo? ¡Venga, comandante, a la plaza pública! Pero no rodeado de tres "anillos de seguridad", sino como presidente de esta noble República –sólo o con algunos asesores. No tenga miedo. Porque esto haría que debiéramos interpretar que le importa un bledo el pueblo por y para el que ha sido elegido a gobernar. |
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