Venezuela Real
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Todos se enmarañan, menos él
Por Venezuela Real - 4 de Julio, 2007, 20:24, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
RAFAEL DEL NARANCO
El Mundo 04 de julio de 2007 ¡Alabado sea Dios! En este país nuestro - de ciudadanos rojitos de primera y segundones vendidos al Imperioel que opine, use su libre albedrío, exprese conceptos no afines al proceso, comente los enigmáticos hechos del acontecer diario o juzgue un acto de la revolución, está goteando fuera del orinal. Ayer hubo manoteos de ese calibre para todos los gustos. El Presidente, a las pocas horas de haber llegado de uno de sus periplos, hizo lo mejor que sabe: encadenar el éter y hablar en el viejo adagio loado por el latinazo "vox populi, vox Dei", instaurando con ello la sacrosanta verdad de sus palabras. El primer manotazo, sin aviso ni protesto, cual una daga, se fue directo contra la humanidad del general retirado Alberto Müller Rojas, perteneciente, hasta anteayer no más, al cogollo de asesores del miramelindo del palacio, tras unas declaraciones en las que expresó algo sabido y comprobado hasta la saciedad: las Fuerzas Armadas están politizadas; es más, son ya el partido oficial del Jefe del Estado, mientras el Psuv es una componenda para ir guardando cierta compostura. "El general Müller está repitiendo lo que dice el adversario, y yo soy el primero en negarme a que la Fuerza Armada se partidice, y por eso incluso le dije a él que es mejor que pidiera la baja", aseveró el Comandante en Jefe a sabiendas de la realidad existente en los cuarteles. En su arenga continuó por los vericuetos de Mercosur. Nuestro hombre en Miraflores, desconociendo las reglas de la política, no siendo sus consejeros de almohada ni Montaigne ni Montesquieu, y solamente haciendo uso de una ideología feudal apoyada en los cobres del petróleo, dio un ultimátum a los Congresos de Brasil y Paraguay (a los argentinos los tiene comiendo arepas en su mano) para que autoricen el ingreso de Venezuela al organismo. Más rápido que canta un gallo pelón, Brasilia le respondió: "No aceptamos chantajes". No haría falta decir que la Asamblea Nacional, sin reunirse -tampoco era necesario- apoyó por unanimidad la actitud del Jefe del Estado. La tercera embestida, muy corniabierta ella, fue contra el clero. El día anterior el arzobispo de Coro, Roberto Lückert, insistió en que para reformar la Constitución, se debe antes nombrar un nuevo CNE y convocar a una Constituyente. ¡Madre de la Santa Cachucha!, mejor no. Chávez tildó al Episcopado de "ignorante", "perverso" e incluso de "mentiroso". Ante tanto aspaviento, uno recuerda la copla: "He visto cosas muy claras que no son verdad". |
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