MORIR DE MENGUA
Por Venezuela Real - 15 de Julio, 2007, 20:29, Categoría: Salud
Eduardo Casanova
http://literanova.eduardocasano 15 de julio de 2007 De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno. Quizá alguien pudiera decir eso en referencia a la "regulación" de los precios de las clínicas impulsada por el régimen del teniente coronel Chávez o por algunos de sus acólitos. Pero yo dudo mucho de esas buenas intenciones. Es fácil ver que en ello hay una enorme dosis de resentimiento y de odio, como ocurre con todas las iniciativas impulsadas por el régimen del teniente coronel Chávez o por algunos de sus acólitos. Es cierto que algunos médicos abusan, tal como algunos abogados o algunos ingenieros o algunos vendedores o algunos comerciantes. Pero eso no significa que todos los médicos sean unos abusadores o unos simples mercachifles. La inmensa mayoría de los médicos venezolanos está conformada por hombres y mujeres honrados, que se dedican con vocación a sanar a la gente y que han sacrificado buena parte de sus vidas para cumplir con una auténtica vocación. Es algo de lo que podría dar fe en cualquier tribunal de esta vida o de cualquier otra vida, si la hay. Hace poco más de cuatro años fui operado de un cáncer y sometido a intensos tratamientos de quimioterapia y radioterapia. La operación la cubrió el seguro colectivo del MRE, pero no así los tratamientos posteriores, para los que simplemente yo no tenía recursos. Los médicos del grupo que me trató, que son los más capaces y competentes con los que cuenta Venezuela, al enterarse de mi situación me demostraron la mayor solidaridad imaginable, y pude completar mis tratamientos con los recursos económicos de que disponía (y una buena ayuda de mis amigos y parientes). Y sé que mi caso no es ni siquiera excepcional. De modo que alegar que los médicos de Venezuela son inhumanos o mercantilistas no pasa de ser una calumnia, que las más de las veces se apoya en el resentimiento social de los fracasados. Las clínicas privadas cobran caro, sí, entre otras cosas por el terrible fracaso del sistema público de atención hospitalaria, que obliga a muchísima gente a buscar curación en las clínicas privadas porque en las públicas la gente se muere de mengua. Con ello aumenta de manera exagerada la demanda de servicios, y a presión de la demanda sin ampliación de la oferta, los precios tienen que crecer exponencialmente. La solución no está en forzar la barra, en obligar a las clínicas privadas a bajar los precios, sino en aumentar la oferta mediante la construcción, dotación y mantenimiento de buenos hospitales públicos, que es algo que este gobierno no está en capacidad de hacer, porque se trata de un gobierno de personas con pocas luces, con poca capacidad, con poca competencia. Un gobierno de fracasados y resentidos que no pueden trabajar. Que no quieren trabajar. Que prefieren apropiarse de lo que los demás, los que sí quieren y sí saben trabajar, han conquistado y han logrado con sus esfuerzos. No hay que ser brujo ni mago ni tener dotes sobrehumanas para adivinar lo que va a pasar: la estupidez del régimen del teniente coronel Chávez va a llevar a la quiebra a muchas clínicas privadas, y cada día habrá más muertes por falta de atención y más gente que se muera de mengua. Es algo que no se va a revertir cubanizando la medicina, ni con ridiculeces como la de cambiar el nombre del Hospital Coromoto de Maracaibo, para ponerle ¡Dios mío! el del Che Guevara (como quería el gobierno y finalmente no pudo por la presión popular). Ni mucho menos agrediendo a los médicos venezolanos, ni amenazando a quienes se ha forjado con esfuerzo y trabajan. Esa política basada de nuevo en el resentimiento es otro craso error. Es un nuevo disparate. Ojalá que toda la población venezolana lo entienda y se alce, como se alzaron los estudiantes desde el 28 de mayo, y que entre el pueblo y los estudiantes expulsen del cuerpo social a esos incapaces que hoy, para terrible desgracia del país y su gente, pretenden que son gobierno. ¡Que vivan los estudiantes! |
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