El engañado
Por Venezuela Real - 14 de Agosto, 2007, 15:47, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
BEATRIZ DE MAJO
El Nacional 14 de agosto de 2007 El argumento utilizado por el mandatario venezolano para convencer a sus homólogos en la Cumbre de Petrocaribe de que sí cuenta con lo necesario para construir la prometida refinería en Dominica es que el precio del petróleo va a estar tan alto en los años por venir que la riqueza venezolana va a dar para todos aquellos que la revolución bolivariana desee beneficiar. No sé si alguien lleva la cuenta en el seno del Gobierno de cuántas refinerías, plantas gasíferas, productoras aguas abajo de derivados petroquímicos, gasoductos transcontinentales, plantas separadoras de gas, industrias de procesamiento de resinas etc., se van a construir fuera de las fronteras con el provento de los petrodólares venezolanos, los mismos petrodólares que además tienen por misión básica –al menos eso creemos– alimentar el flujo de recursos de todas las misiones que nutren las esperanzas de los venezolanos, y construir y operar nuestras propias industrias. No sé si alguien le ha contado al Presidente cuánto dinero hace falta poner antes de que las inversiones –petroleras o no– maduren y comiencen a repagar la inversión de fondos frescos puestos para arrancarlas... ni tampoco si alguien le ha contado que dentro del negocio petrolero es justamente en el segmento de la refinación donde el margen de beneficio es el más estrecho de todos... ni mucho menos que los proyectos gasíferos que propone por doquier son quijotadas que no resisten el menor análisis de factibilidad económica. Tampoco creo que Chávez le habría propuesto a Dominica construirle una refinería si alguien lo hubiera informado del efecto contaminante de esa colosal inversión para tan diminuta isla. El caso es que ya en todos los países por donde va dejando la estela dadivosa de nuestro petróleo sí están comenzando a sacar las cuentas. Y es porque alguien del entorno cercano tiene el valor –que no tienen aquí– de hablarles claro a los presidentes. Y son dos cuentas las que sacan. La de la inexistente rentabilidad de los fenomenales negocios que propone el chavismo, y es por eso, por ejemplo, que el gran gasoducto transcontinental se quedará para siempre en anteproyecto. Y la otra cuenta es la de las promesas que irán languideciendo en el camino sin que nunca se ejecuten. Ya lo decía el domingo Luis Giusti en su artículo en El Nacional con bastante conocimiento de causa. Pero ya lo decía también la prensa argentina y la brasileña y la ecuatoriana y la boliviana en los días del periplo presidencial al sur. Tenía razón aquel que en un Aló, Presidente le aseguraba al mandatario que en su entorno político lo engañaban. Pero a ese venezolano, líder de barrio, lo mandaron a callar. |
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