Colitas, maletas y retornos
Por Venezuela Real - 17 de Agosto, 2007, 12:44, Categoría: Corrupción
Pedro García Otero
El Universal 17 de agosto de 2007 En estos momentos, es bueno recordar que el poder absoluto corrompe absolutamente Ha corrido tanta agua bajo estos ríos que ya casi parece la Prehistoria, pero hay que remontarse a 1999 para recordar que las propuestas únicas del entonces recién electo presidente, hoy aspirante a la reelección perpetua, eran acabar con la corrupción y promover la Asamblea Constituyente. Alfredo Peña, hoy exiliado, bramaba contra "las colitas" en los aviones de Pdvsa y era vocero de la novísima clase política, que, curtida de tanto ser oposición, planificaba una Carta Magna en la que el ciudadano tenía un peso mayor que el Estado. Casi nueve años después, por supuesto, todo ha cambiado, pero sigue igual. Un hombre que, por lo que se ha visto, está muy relacionado con el Gobierno, puede tomar una "colita" en un avión, presentarse en otro país con 800 mil dólares y quedar detenido, porque, afortunadamente, en Argentina aún quedan rescoldos de pluralismo. Ante las evidencias, el vicepresidente responde a semejante vergüenza que la cantidad es una menudencia, sencillito, con lo cual se delata; el ministro del Interior afirma que eso pasa todos los días en todos los aeropuertos del mundo; y el presidente, bueno, se dedica a otro menester, el que realmente le interesa: Modificar la Constitución y atornillar al ministro directamente señalado por el maletinazo. Volvemos a 1999, entonces, pero lo hacemos tras tanto muerto, tras tanta pelea, tanta lágrima, tanta gente a la que Chávez la tiene loca, tanto ciudadano que no aguantó más y se fue, y tanto resultado electoral dudoso. Es 1999 otra vez, según el presidente, que se siente como nuevo, como si estos ocho años no hubieran existido, como si, en clave beisbolera, al no poder batear en tres strikes, necesitara seis, nueve o doce. Un "ahora sí", una luz al final del túnel que antes se producía cada cinco años y con caras nuevas, ahora se repite, cada cierto tiempo, por el mismo actor. Si a la otra mitad de Venezuela no le gusta la obra, peor para ellos. El poder es obcecado, y el país se nos hace maleta, se nos hace Hummer, se nos vuelve Antonini Wilson. El Status Quo permanece igual, pero con mucho más dinero y bastante menos disimulo. Quienes fueron adalides de un país más decente, menos ruborizante, hoy se dan colitas, alquilan aviones y cargan con valijas llenas de dólares; conforman la "boligarquía", o la "boliburgesía". Son los mismos, no de los últimos ocho años, sino del último medio siglo, aunque los nombres hayan cambiado. En estos momentos, en los que nos preparamos a entrar en otro cataclismo inducido desde Miraflores, es bueno recordar las palabras de Lord Acton: Todo el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente. Esta es la sociedad "nueva" que nos venden. Aún -por ahora- estamos a tiempo de decir "no". |
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