Una reforma precocida - Operación relámpago
Por Venezuela Real - 22 de Agosto, 2007, 17:50, Categoría: REFORMA CONSTITUCIONAL
El Editorial
El Nacional 22 de agosto de 2007 No hay manera de comprender, menos aún de calificar, la premura insólita con la cual los diputados que integran la Asamblea Nacional decidieron aprobar, en primera discusión, las reformas constitucionales sometidas a su consideración por el Presidente de la República, apenas unos días antes. Con el gesto, que es una señal verdaderamente deplorable, los representantes desmienten sus propias promesas del famoso "parlamentarismo de calle", versión acomodaticia para enmascarar el estilo autocrático con que se nos quiere gobernar, y con el cual paralelamente se pretenden consagrar modificaciones sustanciales en nuestro sistema político, económico y social. Nunca, en efecto, se intentaron cambios de tanto alcance como en esta ocasión. Cambios que afectan desde el periodo presidencial y la reelección vitalicia, el régimen socialista evidentemente monopartidista, hasta las estructuras económicas de la nación, las regiones y sus sistemas de gobierno, las fuerzas armadas a las cuales se arropa con el adjetivo de "bolivarianas" para darles obviamente carta blanca, el manejo de las reservas nacionales y el papel del BCV, y el azar a que se condena la propiedad privada. La Asamblea Nacional ha actuado como si respondiera a un extraño impulso de desconfianza, como si temiera que el rechazo nacional pudiera convertirse en un gran alud imparable, y por consiguiente, era preciso adelantarse con los hechos cumplidos. Este modo de legislar de manera relancina añade incertidumbres impredecibles a la nación que se interroga con desazón, día tras día, hacia dónde vamos y hacia dónde está derivando el país, hacia qué clase de sistema económico y social se nos quiere condenar sin las más mínimas posibilidades de expresar nuestras opiniones. Con la primera aprobación de tales reformas en apenas unas horas, la Asamblea Nacional le envía a los venezolanos un mensaje sin precedentes. En pocas palabras, que la opinión pública no cuenta para nada en Venezuela, y que la Asamblea no es más que una celestina comprometida con cualquier propósito innoble de dominación política. Ayer mismo, a la hora en que la Asamblea aprobaba las reformas, mientras celebraba el primer aniversario del Cardiológico Infantil, el primer mandatario nacional, según un despacho de la Agencia Bolivariana de Noticias, destacó "la necesidad de que se realice un debate popular sobre la propuesta de reforma constitucional que representa la confrontación entre dos modelos de país". Mientras hablaba el Presidente, los diputados lo desmentían. ¿Cómo puede hablarse de "debate popular", o del debate que fuere, si la decisión que ayer se puso de manifiesto no es otra que la de imponer las reformas, piensen lo que piensen los venezolanos? Con el acto de ayer, la Asamblea Nacional adelantó lo que a los venezolanos nos espera con el régimen del "socialismo del siglo XXI": se negará totalmente a los sectores nacionales la participación activa en sus asuntos, algo que constituye la base principal de la democracia. |
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