El pintor inacabado - Museo Venezuela
Por Venezuela Real - 29 de Agosto, 2007, 16:14, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
El Editorial
El Nacional 29 de agosto de 2007 Para justificar ante los venezolanos sus ambiciones desmedidas de poder y dominación, el presidente Chávez apela a todas las metáforas más inverosímiles, como si estuviera dominado por las aprensiones y las desconfianzas que el proyecto de reforma que consagra la reelección vitalicia suscita entre las mayorías nacionales. Él está bien informado, conoce perfectamente las reacciones del pueblo ante sus proyectos, y, obviamente, a pesar de que simultáneamente está convencido de que maneja los hilos del CNE, aspira a concurrir al referéndum con el menor de los riesgos. De ahí estos ejercicios de persuasión, sus deseos vehementes de convencer a la gente de que no le puede ocurrir nada mejor que tenerlo a él allá, en el palacio de Miraflores, como un patriarca en espera del otoño, sin límites en el poder, hasta el fin de los tiempos. Ahora el primer magistrado compara su obra revolucionaria con la de un gran pintor, y, por supuesto alega que él está pintando un cuadro y que "se trata de una creación personal que otra persona no podría completar de la misma manera". El primer mandatario se siente Miguel Ángel Buonarroti pintando los inmensos frescos de la Capilla Sixtina, lo cual, si no erramos, fue la obra de un gran taller y un gran equipo de pintores bajo la dirección del maestro. Se siente Leonardo da Vinci dejando inconclusa La última cena. Según la metáfora pictórica, quizás corra el peligro del pintor Marcel Duchamp, quien solía destruir sus obras por el deseo de cuestionar la pintura. Eso le puede suceder al impetuoso Presidente de la República bolivariana. "Hay que terminar, es una obra, es una creación", exclamó inspirado, y advirtió que otra persona no puede terminarla, "porque si yo entrego el pincel puede ser a la persona más querida, a lo mejor esa persona empieza a echarle otros colores porque tiene otra visión, empieza a alterar los contornos del cuadro o a lo mejor a alejarse de la idea central de la obra". Si no fuera por esta llamada del destino, no lo dude nadie, "sería el primero en querer recuperar la vida privada", bucólica, dedicado a pintar paisajes rurales y a retratar los caimanes de los ríos llaneros. Alejándose por un momento de las metáforas pictóricas, el mandatario arremetió contra los europeos, a quienes llamó "cínicos" por haber criticado sus ambiciones vitalicias. Acusó a los europeos de tener reyes y reinas "que nadie ha elegido". Aunque olvidó que no hay nadie más parecido a un rey que un presidente vitalicio. De modo y manera que la obra de arte que es "el socialismo del siglo XXI", pende de un hilo, o sea de la hebra de un pincel. De ahí que el líder le advierta a la gente que nadie está en capacidad de pintar como él, y que Venezuela, en última instancia, corre el grave riesgo de perder la ocasión de ser "una gran obra de arte". Apostemos que cuando se acerque el año 2030, ya este país no se llamará República Bolivariana de Venezuela, sino "Museo Hugo Chávez Frías". |
Temas
Calendario
Archivos
SuscríbeteSindicaciónEnlaces
|