Ganó Venezuela
Por Venezuela Real - 5 de Diciembre, 2007, 10:33, Categoría: Política Nacional
Adolfo Taylhardat
El Universal 05 de diciembre de 2007 El verdadero triunfador en la gesta comicial del domingo pasado fue el país, fue Venezuela, fuimos todos los venezolanos, que logramos impedir que por la vía del fraude se nos impusiera un modelo político, económico, social e ideológico que es absolutamente contrario al sentimiento y a la vocación democrática de nuestro pueblo. El domingo nos libramos del golpe de Estado que pretendió perpetrar el presidente Chávez para implantar un régimen totalitario que lo convertiría prácticamente en un monarca absoluto. Aún cuando es "clavo pasado", no podemos dejar de insistir en que con su intento de acumular y concentrar nuevos poderes, con la instauración de un sistema de economía centralmente controlada y el establecimiento de la presidencia vitalicia, Chávez pretendía transformar a Venezuela en una copia al carbón de Cuba. En medio del fervor de la abusiva campaña que descaradamente desarrolló desde la Presidencia, Chávez advirtió que se quedaría en la presidencia hasta el año 2050. Casualmente, el mismo domingo, los medios dieron cuenta del anuncio según el cual Fidel Castro sería nuevamente postulado para presidente de Cuba en las "elecciones" que tendrán lugar en ese país en enero del año próximo. Esa información estuvo acompañada de fotografías del anciano y ya decrépito dictador cubano. Por mi mente cruzó la imagen de un Chávez igualmente desvencijado y gagá anunciando, el 2043, que sería nuevamente candidato en unas elecciones que, como en las de Cuba, el presidente-candidato tendría asegurado el triunfo. Pero los venezolanos le dijimos ¡NO! Le dijimos que, tal como lo establece la Constitución vigente, su actual período terminará el año 2013 y que no podrá pretender continuar ocupando la silla presidencial de Miraflores. También le dijimos que no queremos ver a Venezuela convertida en un Estado socialista bajo un régimen dictatorial en el cual nuestras libertades y nuestros derechos fundamentales quedarían conculcados. Como era de esperarse, su soberbia no le permitió digerir la derrota que le propinó la Venezuela democrática y en la rueda de prensa que ofreció luego de haber sido anunciado el resultado del referendo, Chávez calificó de "victoria pírrica" el triunfo del NO. Eso pareciera ser el adelanto de la respuesta que dará a los llamados a la reconciliación nacional, a la armonía y a la reunificación del país que desde distintos sectores de la oposición han emergido después de conocido el triunfo del NO. Los integrantes del "bloque del NO, por boca de Manuel Rosales han ofrecido a Chávez una rama de olivo clamando por el cese del odio como política de Estado. También el clero ha sido reiterativo en su llamado a la paz y la armonía entre los venezolanos. Ese llamado es compartido por los jóvenes estudiantes de todo el país. "Esta es la oportunidad para que todos los sectores discutamos juntos el país que queremos. Es posible entendernos más allá de nuestras diferencias", fue el llamado que hizo Stalin González en nombre del estudiantado venezolano luego que Chávez admitiera su derrota. Lamentablemente Chávez ya fijó su posición la misma noche del domingo pasado cuando dijo: "por ahora no pudimos, pero no retiro ni una coma de la reforma" y anunció que buscará otra manera, seguramente más lenta, para alcanzar el objetivo que persigue con sus propuestas de modificación de la Constitución. En la mente militar de Chávez no caben otras opciones sino el odio, la diatriba y la guerra. Una guerra ficticia que él solo, individualmente, ha trabado con quienes no se pliegan a su designio y que le ha llevado a considerar enemigos, no solamente a los venezolanos que le adversamos, sino a personalidades y gobernantes de otros países que han formulado críticas a su proyecto político expansionista. Ojalá me equivoque, pero en Venezuela no hay diálogo posible mientras predomine la soberbia, la altanería y la intemperancia. Tampoco puede haber diálogo mientras desde las alturas del poder se pretenda imponer los interlocutores y fijar anticipadamente los límites, el contenido y los alcances de la agenda. De esto existen antecedentes frustrantes. Con todo, sería deseable que ese importante sector del oficialismo que no estuvo de acuerdo con las propuestas de Chávez y que seguramente reconoce que lo del domingo pasado no fue una "victoria pírrica" sino una expresión auténtica del sentir de una porción de la población -ahora mayoritaria así sea por escaso margen- deponga su sectarismo y contribuya a facilitar el restablecimiento de la fraternidad entre todos los venezolanos. |
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