La madurez ciudadana
Por Venezuela Real - 9 de Diciembre, 2007, 17:01, Categoría: Política Nacional
Juan Martín Echeverría
El Universal 09 de diciembre de 2007 El fantasma de la violencia, y la intemperancia del discurso, han provocado un rechazo absoluto Los estudiantes han dicho en forma clara, que su programa incluye tres puntos esenciales: agenda social, derechos humanos y reconciliación. Ojalá que el Gobierno y la oposición tuvieran las mismas prioridades, ya que es evidente que la agenda política del régimen aplastó los programas sociales, al conformarse con la simple distribución de recursos, sin atacar en su raíz el desempleo, la inseguridad, el desabastecimiento y la crisis habitacional. Los universitarios le dieron oxígeno a la política, sin contaminaciones fundamentalistas ni resentimientos, comprobaron que con una dirigencia horizontal, costos ínfimos, sentido de futuro y de país, es posible movilizarse y triunfar. Valga la comparación con las movilización oficialistas: presencia obligada, pago de transporte, comida, bebida, música y kit revolucionario. La explicación es demoledora y la represión selectiva, ordenada por el Gobierno, un error histórico. Hay que garantizar una mayor transparencia en el CNE, ahora que se ha rescatado el valor del voto y recuperado la autoestima de los ciudadanos. Una comisión de expertos debe practicar una auditoría del CNE para depurar sus registros y la oposición negociar un nuevo directorio, que corresponda a la realidad política del país. Recordemos el retardo injustificado en entregar las cifras y las horas agónicas vividas por los defensores del NO, que reclamaron con las pruebas en la mano, mientras "el fraude tocaba la puerta". Creemos en la reconciliación por necesidad política y único medio de asegurar la gobernabilidad, por ello hay que jerarquizar primero la libertad de los presos políticos y el cierre de los juicios abiertos contra los estudiantes, luego relegitimar las instituciones en la búsqueda de la imparcialidad, nos referimos a la AN, TSJ, Poder Moral y el CNE. Es oportuno reconocerle a las empresas encuestadoras serias que sus análisis fueron acertados, tanto en esta oportunidad como en ocasiones anteriores. En consecuencia debemos descartar el abstencionismo, que inmoviliza a la población, cuando lo que se impone es un ciudadano activo y en la calle cada vez que sea necesario. La encuesta es un instrumento moderno, científico, que permite establecer lineamientos, hacer ajustes adecuados y expresar la política con un mínimo margen de error. Tiene que ejecutarse una extraordinaria agenda social, respetando por supuesto los derechos humanos: es injustificable destruir y no crear empleos permanentes. Es injustificable que se regalen 30 mil millones de dólares al resto del mundo y haya que batallar por un litro de leche. Es injustificable que se donen viviendas en el exterior y no se hayan construido ni siquiera 200.000 viviendas en estos 9 años. Es injustificable que la inseguridad haga lo que quiera en nuestros barrios. El fantasma de la violencia, y la intemperancia del discurso, han provocado un rechazo absoluto y un retroceso de los niveles de adhesión de las masas al proyecto socialista radical, que más bien debería concentrar su esfuerzo en el fondo de estabilidad social para los trabajadores por cuenta propia y propiciar la reconciliación. Por último, los proyectos de la Ley Habilitante tienen que regirse por los postulados de la Constitución vigente. Así de simple. |
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