La droga y el escenario político
Por Venezuela Real - 16 de Marzo, 2008, 16:54, Categoría: Política Nacional
Juan Martín Echeverría
El Universal 16 de marzo de 2008 El régimen no puede degradarse al extremo de ignorar la dimensión trágica de las drogas Un gobierno con dinero a manos llenas y obtenido sin ningún esfuerzo, termina por dilapidarlo en las causas más absurdas, sin controles y dejando para un lejano mañana las expectativas de la población; luego se agrega su aversión a la prensa, radio y tv y el rechazo a los espacios de discusión democrática. Vaya por delante la situación de Podemos en la AN, cuyos parlamentarios han terminado por sesionar en la calle. En este escenario político el zar antidrogas de Estados Unidos, John Walters, revela públicamente su preocupación por la disminución de los decomisos de drogas en territorio venezolano, frente al contraste de las enormes confiscaciones de cocaína proveniente de Colombia, que se triangulan a través de nuestro país. Insiste a continuación en el ambiente tolerante y corrupto, la falta de formación y de recursos para la policía y los fiscales y la escasa fe de los ciudadanos en el sistema judicial, todo lo cual favorece el crecimiento de la delincuencia organizada. Sumemos a lo anterior la notoria relación de las FARC con el cultivo, procesamiento y envío de drogas al mundo y el rechazo de nuestra población a la guerrilla colombiana. La delincuencia masiva es consecuencia de la desintegración social y de la falta de prevención y castigo, por ello nos negamos a aceptar la tesis oficial de centrar el problema de la criminalidad sólo en la pobreza, ya que sin lugar a dudas es un factor de significación, pero el crimen puede combatirse con éxito con base en la solidaridad y organización de los diferentes sectores sociales, lo cual contribuye al descenso de las tasas de homicidios, atracos, fraudes y tráfico y consumo de drogas. La política, en una visión amplia, permite analizar cualquier situación y rectificar, por ello el Gobierno tiene que comprometerse de manera activa en el enfrentamiento global a las drogas, desde el intercambio de información hasta la dotación de suficientes recursos y la preparación de los diferentes organismos que participan de esta lucha. Deseamos resaltar que los gobiernos cerrados se niegan a reconocer la realidad, predican el pensamiento único, son fundamentalistas y por ello la ideología es predeterminada e impuesta. En fin, el discurso, la expresión corporal y las acciones del oficialismo son conflictivas y en la práctica configuran un pensamiento de guerra. Después del 2D ni el Gobierno ni la disidencia democrática disponen de un cheque en blanco, porque con trabajo y tesón las minorías pueden llevar su mensaje a la población y convertirse en mayorías, tal como debe ocurrir en las elecciones regionales y locales del próximo mes de noviembre. Las guerrillas, tráfico de drogas, corrupción y actuación de grupos armados violentos en las ciudades están al margen de la Constitución, y es temerario vincularlas al Estado, porque por su propia naturaleza crean zozobra y dañan irreversiblemente la gobernabilidad. Es esencial proteger las generaciones futuras del flagelo de las drogas, mediante la aplicación de un plan implacable de prevención en las escuelas. Los expertos afirman que anualmente circulan alrededor de 250 toneladas de cocaína a través de nuestras fronteras, el régimen no puede degradarse al extremo de ignorar la dimensión trágica de las drogas. |
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