El Mundial Sub-20 - Otro gol de Uribe
Por Venezuela Real - 30 de Mayo, 2008, 18:18, Categoría: Política Internacional
El Editorial
El Nacional 30 de mayo de 2008 La pérdida de la sede del Mundial de Fútbol Sub-20 ante Colombia constituyó para Venezuela, además de una decepción para el país deportivo, un rotundo rechazo para el Gobierno venezolano, empeñado como está en recuperar a cualquier precio el valor de una imagen internacional que se le está cayendo a pedazos, a la misma velocidad con que la Interpol descifra todos los archivos de las computadoras portátiles de Raúl Reyes. Empeñado quizás en firmar los cheques (in-Morales) en dólares que envía a su aliado en Bolivia, Evo Morales, el presidente Chávez no entendió el beneficio incalculable que el Mundial Sub-20 podía ofrecerle a la juventud venezolana, tan necesitada de un refugio deportivo donde exorcizar sus angustias, su falta de futuro y el acoso de las drogas en los barrios. El jefe del Estado volvió a fracasarle deportivamente a los sectores populares y medios de la población, por seguir empeñado en entrometerse en la política de Ecuador, Perú, Chile y Colombia, en comprar bonos chimbos a Argentina y en asfaltar calles en Bolivia. Las excelentes pero interesadas relaciones labradas durante la Copa América con la crema y nata de los jerarcas del fútbol suramericano no obraron el milagro de conseguir para Venezuela su primer torneo mundial en cualquier categoría. El legajo de favores concedidos a los dirigentes internacionales del fútbol no pudo doblar (cosa por demás muy fácil) el brazo de Joseph Blatter (el suizo con aspecto de banquero que dirige la FIFA) quien acabó dejando en manos de la Conmebol la decisión final. La Federación Venezolana de Fútbol, mínimo apéndice de ese monstruo transnacional que es la FIFA, se apresuró a presentar los recaudos para optar por la organización de un mundial, cuya posibilidad le fue ofrecida por el mismo Blatter al presidente Chávez en Miraflores. Corrían tiempos de simpatías y palmaditas en la espalda tras el éxito mediático de la Copa América. Todos, incluido el líder bolivariano mordieron el anzuelo sin medir la calaña del pescador. Colombia y Uribe les metieron un gol de último minuto cuando hicieron valer su mayor capacidad negociadora y diplomática, y porque supieron sacar ventaja del terreno ganado tras casi cuatro años de hacer buena letra. Primero, porque siempre contó con el apoyo de Nicolás Leoz, el octogenario presidente de la Conmebol, quien respaldó su candidatura en 2005; después porque, cuando se definía el nombre del país organizador del mundial de mayores del 2014, entregó sus aspiraciones a favor de Brasil. Con esos elementos de su lado, los vecinos sólo tuvieron que hacer uso del "favor con favor se paga" para imponerse ante Venezuela. Nadie más que el Presidente siente y resiente lo que este golazo de Uribe representa para su destartalada imagen pública y su deteriorada popularidad. La derrota en el Congreso de la FIFA trasciende el simple terreno deportivo y se adentra en las entrañas de la disputa política y militar con la hermana Colombia. |
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