Venezuela Real
Información y Opinión
Los bichos de siempre
Por Venezuela Real - 15 de Junio, 2008, 12:08, Categoría: Testimonios
PEDRO LLORENS
El Nacional 15 de junio de 2008 El más exaltado de los caudillos que monopolizaron la política durante buena parte del período democrático era Jóvito Villalba (Rafael Caldera fue el más autosuficiente, mucho más que Rómulo Betancourt, además de ser el más distante de todos). No se podía contener, a la hora de carajear a sus incondicionales, como podrían atestiguarlo José Vicente Rangel, que en algún momento habrá dicho: "¡Estoy resteado con el `maestro", y también el contralor que no controla pero inhabilita, Clodosbaldo Russian. Dicen en México: "El que por su culpa es buey, hasta la coyunda lame". En una ocasión, Villalba llegó a URD visiblemente molesto y preguntó a los dirigentes nacionales que lo esperaban junto con algunos periodistas: ¿Alguno de ustedes vio unas declaraciones mías que trae el periódico? La respuesta no se hizo esperar (ad líbitum): ¡Sí "maestro", ¡muy buenas!, ¡formidables!, ¡cojonudas!... Hasta que el "maestro" lanzó un carajo y batió contra el suelo la publicación con la entrevista: "¡Qué buenas, cojonudas, ni qué carajo... yo no declaré esa vaina, yo dije lo contrario". Hugo Chávez firmó un decreto ley (de su entera responsabilidad) que crea el Sistema de Inteligencia y Contrainteligencia, presentado como producto de dos años de trabajo bajo la constante supervisión de expertos nacionales y extranjeros, y la reacción de sus lamedores no se hizo esperar. En eso salió la rata, con una llaga en la pata / y después salió la liendra con una herida en la pierna / y luego salió el ratón, con una cesta e’ carbón / y también salió el zancudo con su machete terciado (La Ardita, joropo oriental). Ministros, diputados, juristas y periodistas se peleaban por aparecer en los medios para defender el esperpento, según ellos capaz de contrarrestar la penetración de la CIA, y llenar de elogios a su autor... ¡Así se gobierna, así se gobierna!... Al cabo de dos semanas de críticas de oposición versus jaladera oficialista, el comandante derogó la ley, por inconstitucional y desastrosa, y acusó a sus asesores de haber desvirtuado la naturaleza del proyecto. "¡Me engañaron!", dijo una vez Jaime Lusinchi. Unos atribuyen el hecho a la lucha librada por el pueblo, otros a la estrategia Ricky Martin de un pasito pa’lante María y otro para atrás, y no falta cierta dosis de fantasía: el temor a que su gobierno sea incluido entre los que apoyan el terrorismo (algunos banqueros han hecho lobby en Estados Unidos para evitar que se apliquen sanciones que puedan afectar a todos). Villalba tenía la inteligencia y el valor que le faltan a Chávez. Los jaladores son los mismos bichos de siempre. |
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