TalCual19 de junio de 2008
No es el porfiao, ese juguete de la época en que el presidente decía tener diez millones por el buche. Tampoco es el muñequito tipo Rambo presto a hacer frente a la invasión de los imperialistas. Mucho menos una versión de Ken, el compañero cándido de la Barbie. El nuevo objeto que atrae la atención de curiosos, coleccionistas y detractores de Chávez es una invención de un publicista colombiano: un muñeco del comandante sobre un cojín, intervenido por cinco alfileres, como sucede en la práctica del vudú. El juguete se vende en las calles de Bogotá a seis dólares la unidad, precio inferior al Uribito que cuesta 27 dólares.