Venezuela Real
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La capa del cordero
Por Venezuela Real - 20 de Junio, 2008, 11:12, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
Otrova Gomas
TalCual 20 de junio de 2008 Una de las cosas que más divierten de nuestro líder son los disfraces que se pone según la situación y el lugar en que se encuentre. Últimamente ha vuelto a colocarse la capa de corderito de Dios, con todo y sus alitas. La que usa para las elecciones. Como está de desatada la inflación, la manera como se soltó el hampa a pesar del seudo ministro de la plancha saltarina, la escasez de viviendas y productos básicos, lo que dicen las encuestas, el testaferro de Barinas y el informe de Interpol, hay que maquillarse muy bien porque las luces pueden mostrar lo que hay detrás de la máscara y dañar el espectáculo. Cero bravuconadas. Cero amenazas. Cero Ley de Seguridad. Cooperación con los explotadores del pueblo. Besitos con la banca. Eliminación de impuestos repulsivos. Auméntame esa ayuda. Toma rápido tus dólares. Abracito por aquí. Sonrisitas por allá. Diálogo con el negrito Obama o el catirito republicano. Paz y armonía. Amor y hermandad. Miren qué buenos somos. La gente que tiene memoria –cosa que no abunda en las tierras de Guaicaipuro– sabe que eso es puro teatro, pantomimas para tratar de levantar el cadáver en que se ha ido transformando su carisma de vendedor de burbujas, actos de hechicería sacando palomas del sombrero y ocultar el fracaso gubernamental, el despilfarro y los negocios oficiales. <zb:break> Lamentable mente algunos como que piensan que además de desmemoriados también somos brutos. Porque sólo de esa manera se le puede creer a una persona que un día va acicalado de elegante presidente del mundo occidental, con corbatas finas, trajes a la medida y tremendo orloge de suiserlandia, sonriendo, dando besos y prometiendo ayudas, y otro con simple camisa roja de recogedor de latas arengando odios, sembrando el racismo y acabando con la estructura de un país, para que aprendan, o declarando guerras de fantasía vestido con chaleco de paracaidista de tierra firme. Lo único que falta ahora es que salga trajeado de indio Makiritare hablando en lengua precolonial y prometiendo aumentar el cruce de monos tití y la importación de rabipelados para que coma el pueblo indígena. Lo que muchos no saben es que cuando termina la actuación se sonríe sabroso entre bastidores y empieza a comentar con los socios del negocio gubernamental lo divertido que estuvo el espectáculo. Personalmente no puedo decir si detrás de ese populismo electorero está la táctica leninista de un paso atrás y dos adelante, o el simple desquicio de un obseso de poder, o el temor de perder el coroto por lo que viene cuando tengan que rendir cuentas, o se trata de un simple ejercicio histriónico. Lo que sí puedo asegurar es que puede ser que a los banqueros e industriales ansiosos de billetes petroleros no les importe comerse el cuento, pero los que no pueden digerirlo porque ven cómo se les disuelve el sueldo, son los que casualmente constituyen la materia prima de la revolución. Ellos ya descubrieron que con tanto real habrá mucha repartidera, pero en el fondo todo está peor. |
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