Vivir entre balas
Por Venezuela Real - 21 de Junio, 2008, 11:18, Categoría: Seguridad/Inseguridad
Francisco Olivares
El Universal 21 de junio de 2008 Inconmovible, imperturbable, Rodríguez Chacín lanzó la idea ante la colmena de micrófonos El ministro Ramón Rodríguez Chacín ofreció una de sus tan sorprendentes ruedas de prensa para explicar cómo los homicidios que se han producido en los últimos tiempos no "afectan a la seguridad ciudadana". Para la ocasión, seleccionó cuidadosamente su vestimenta: la infaltable camisa roja de buen corte, cubierta por una chaqueta también roja -elemental- confeccionada especialmente para los altos jefes del poder popular. Tras de sí, una país que arde por los cuatro costados por la inseguridad. El fin de semana había sido asesinado el periodista Javier García, la plaza Bolívar de El Hatillo tomada por manifestantes que claman contra el secuestro y homicidios en la zona. Desde la Vega los vecinos enardecidos exigen protección ante una ola de asesinatos y violaciones. La última víctima ha sido una joven menor de edad. La gente sabe quién es el delincuente que en su haber lleva seis violaciones, pero no hay forma que sea detenido. Por otra parte ante el colapso nacional por los paros de transportistas, al Presidente se le ocurre poner a los militares dentro de las busetas. Para completar el cuadro, los titulares de prensa registran que la cifra de homicidios creció 184% en los últimos 10 años. De manera que no lucía como el mejor día para el ministro, quien recientemente había lanzado la tesis de que las muertes en el país eran principalmente por producto de suicidios. La vida opulenta resguardada por escoltas contrasta con la idea de identificarse con la nominación dispuesta para los ministerios de "poder popular". Así que inconmovible, imperturbable, Rodríguez Chacín lanzó la idea ante la colmena de micrófonos: "70% de los homicidios que ocurren en Venezuela son enfrentamientos entre bandas y esos delitos no afectan la seguridad ciudadana". La frase emitida armoniza perfectamente con le expresión del vocero, quien aún consciente del disparate, no revela dudas sobre lo que dice. Confía en que el básico análisis exculpe al Gobierno y su propia gestión de la ausencia de sentido común. Pero apenas han pasado ocho horas de las esclarecedoras palabras del ministro cuando en el barrio 19 de abril, muere Richard, de tres balazos al quedar atrapado en un enfrentamiento entre la Policía de Sucre y una pandilla. La crónica recogida por Javier Brasesco, muestra lo que el ministro no es capaz de ver. Hacía poco un sobrino de tres años del fallecido, murió de un disparo en la puerta de la casa. Elisa, la esposa de Richard, describe su cotidianidad entre balas: "todo los días sobrevivimos a una balacera. Oímos los tiros y mecánicamente ya sabemos en qué lugar de la casa nos vamos a meter. Desde niños aprendimos a correr por las platabandas hacia los sitios menos expuestos"... |
Temas
Calendario
Archivos
SuscríbeteSindicaciónEnlaces
|