Deuda social y protestas
Por Venezuela Real - 22 de Junio, 2008, 11:19, Categoría: Dimensión Social
Juan Martín Echeverría
El Universal 22 de junio de 2008 La movilización ciudadana seguirá hasta que atiendan la enorme deuda social Cada vez que grupos simpatizantes del oficialismo realizan acciones de calle, el Gobierno repite sus promesas y logra disolver las protestas con alguna concesión. Las razones varían: inseguridad, viviendas para familias desalojadas y otras. La respuesta es la misma, se ofrecen unas migajas y se deja pendiente el problema de fondo; lo que crea una relación de dependencia perversa a nivel partidista, mientras los infinitos retardos en las soluciones generan una atmósfera de violencia. Frente a la dramática situación de "violencia" los choferes de colectivos han optado por cerrar las vías, por ello el Ejecutivo les condona la deuda pendiente por la adquisición de las unidades, ofrece un sistema de custodia difícil de cumplir en los autobuses, rechaza el plan de seguridad integral propuesto por los transportistas, dejando sin resolver el problema de fondo, así como innumerables asaltos y asesinatos. En un ángulo diferente, la toma de las instalaciones de la Coca Cola por un grupo muy minoritario de exfleteros, afecta el derecho al trabajo de sus compañeros y los dos bandos en pugna hacen presión sobre el TSJ y las autoridades. Cualquier radiografía de los reclamos a escala nacional revela decenas de protestas, que terminan con promesas y pañitos calientes; por lo que siguen las expectativas; sin embargo ingresan enormes recursos provenientes del petróleo y se desvían hacia destinos por determinar. De allí viene una ecuación con una sola incógnita ¿serán los enemigos del oficialismo los que éste señala en forma pública, o serán la burocracia y la corrupción los enemigos del Gobierno?. Circula la cantinela entre simpatizantes y activistas: "te puedes hacer rico mientras las masas protestan", y es que el régimen es una mezcla de distintas fórmulas que terminan en un coctel de militarismo, populismo, socialismo radical y la retórica de un discurso interminable; sin embargo la naturaleza intrínseca de este socialismo peculiar es la improvisación, el despilfarro, la negativa absoluta a la rendición de cuentas y un caradurismo que asombra. Las protestas deben analizarse bajo múltiples aspectos, porque son diversas las cuestiones que se plantean y termina como único acusado el oficialismo, sea por la ideología y exclusión, sea por atender a otros países antes que a Venezuela, sea por la ingobernabilidad frente al sobrepeso del fundamentalismo y la violencia. Las necesidades sociales quedan aplastadas por la ideología y sólo existen a los efectos políticos los ciudadanos que apoyan incondicionalmente al socialismo radical. Las protestas tienen una indiscutible razón de ser por el cúmulo de realidades que se desnudan, pero se distrae al pueblo soberano en una guerra sin fin contra objetivos inalcanzables, que ocupan y comprometen la acción del Gobierno, en la medida en que la política se hace destructiva y termina por aniquilarse a si misma. El régimen tiene que designar un grupo de trabajo que estudie las causas, los lugares, la secuencia de las protestas y de dónde provienen sus integrantes así como el contenido de sus demandas. Esa es la metodología para establecer las prioridades y respetar al pueblo. La movilización ciudadana será día a día mas poderosa, hasta que las autoridades atiendan con eficiencia la enorme deuda social. |
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