Inhabilitaciones - Turbias elecciones
Por Venezuela Real - 8 de Julio, 2008, 17:04, Categoría: Política Nacional
El Editorial
El Nacional 08 de julio de 2008 Ayer la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) dio un paso adelante, con valentía y firmeza, al referirse a las ya mentadas y remendadas inhabilitaciones impuestas por el contralor general, que dejan fuera de toda actividad democrática a quienes el Gobierno odia o considera potenciales enemigos electorales. Empleamos las palabras valentía y firmeza para calificar ese gesto de la Iglesia Católica porque sabemos las reacciones violentas e insultantes del presidente Chávez cada vez que la Conferencia Episcopal se refiere, como en este caso, a un tema de importancia nacional. Pese a quien le pese, la Conferencia Episcopal Venezolana ha mantenido, durante estos años, una posición frontal pero conciliadora al mismo tiempo, sin hacer concesiones ante las barbaridades propuestas y alentadas desde el poder contra la población católica. Al Gobierno y a sus militantes socialistas les molesta que exista una red eficiente de educación, que en algunos casos llega a escala nacional. ¿Eso es malo? También le molesta a Miraflores que la Iglesia tenga su propia forma y manera de concebir la solidaridad social, de llevarla a cabo, y de aportar ayuda económica y humana a los servicios de salud, a la rehabilitación de adictos a las drogas, de atención a los ancianos, de huérfanos y refugiados, y que le dé albergue y comida a los pobres. En verdad no puede ser de otra manera porque esa es la esencia de la religión católica, es decir, la solidaridad incondicional con los desprotegidos. Pero la Iglesia Católica hoy está asediada por los guardianes de la revolución, y le niegan el pan y el agua. ¿A qué se debe esta persecución implacable e incesante? En el caso de la Conferencia Episcopal, de sus reuniones y de sus documentos públicos, nada hay que temer si se tiene la conciencia limpia. Se trata de un debate pleno y abierto, tanto ético como moral, sobre la marcha de la cosa pública. Todos los venezolanos coincidimos en que la Iglesia debe jugar un importante papel en la transformación del país. Entonces... ¿por qué callarla si queremos leer y escuchar su opinión para formarnos luego un criterio justo y razonable? En el caso de las inhabilitaciones políticas, el Gobierno no puede escurrir el bulto, y dejar hacer y pasar las felonías de Rufián. Los venezolanos no somos niños analfabetos, ni fanáticos ni mucho menos tontos de capirote. Cualquier vecino en su casa, viendo la televisión sabe que Rufián es el muñeco de ventrílocuo de Miraflores. De manera que esa mentira tiene patas cortas y no va a ir muy lejos. Lo que está planteado hoy es un acto de justicia, y no de complicidad con el Presidente de la República. Lo que diga este Rufían de plastilina ya no importa: lo que vale es que hable su verdadero dueño, el guionista y manipulador de sus palabras. Todo está concentrado en lo que decida el propietario del muñeco sentado en sus rodillas. Lo demás es como darle intensos masajes de emergencia en el corazón a un cadáver. |
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