El compadraje de las vacunas…Rafael Muci-Mendoza
Por Venezuela Real - 11 de Julio, 2008, 15:45, Categoría: Salud
Rafael Muci-Mendoza
TalCual 11 de julio de 2008 Por vez primera en la historia médica, el 14 de mayo de 1796, Edward Jenner inoculó contra la viruela a un joven llamado James Phips –una enfermedad muy contagiosa con una tasa de 30% de mortalidad-. Como sólo ocurre a las mentes preparadas hizo su descubrimiento al oír de boca de una joven ordeñadora de vacas: ¨Yo no voy a enfermarme nunca de viruela porque estoy vacunada¨, aludiendo a la vacuna, una forma menor de la enfermedad, ocupacional en origen. Un auténtico caso de serendipismo, donde se conjugaron accidente, talento y sagacidad para descubrir algo que no era el objeto primordial de su búsqueda. La humanidad ha cumplido 31 años sin viruela. En nuestro medio, el eminente sanitarista Dr. Darío Curiel Sánchez concibió y consumó el plan que hizo desaparecer la enfermedad mucho antes de que la Organización Mundial de la Salud decretara su programa de erradicación en el mundo. Los últimos casos ocurrieron en 1956, diez años antes que el último diagnosticado en Colombia y 21 años antes que en el mundo. Conocimiento, responsabilidad, pasión y respeto por la ciencia signaron su vida fértil. ¡Honor a su memoria! Último decenio en Venezuela: Grupúsculo de ignorantes y oportunistas desmantelan la División de Epidemiología del Ministerio de Sanidad. Cambian excelencia por su antónimo, insignificancia. La reciente epidemia de la prevenible parotiditis –lo nunca visto en 40 años, más de 100 mil casos- revela una despreciable alianza. Quizá mediante triangulaciVer opciones avanzadasón vienen las vacunas de India y Cuba, poco confiables, sin garantía de efectividad. Carecen de certificación de las autoridades de salud de origen, no tienen representación comercial en el país significando que no hay representante legal a quien reclamar por eventuales daños, no existe un farmacéutico patrocinante local ni registro o permiso sanitario expedido por el Instituto Nacional de Higiene. Sin esgrimir razones técnicas, sustituyen la trivalente viral –parotiditis, sarampión y rubéola- por la bivalente viral –sarampión y rubéola-, y los niños quedan en desamparo… ¿Por qué se castiga a los muchachitos…? Su mayor mal es no saber o no poder hablar lo necesario en las circunstancias en que deberían de defenderse y los adultos ¡Vergüenza sobre nosotros! indiferentes... |
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