Vivienda social vs. revolución
Por Venezuela Real - 24 de Agosto, 2008, 11:08, Categoría: Vivienda
Juan Martín Echeverría
El Universalen 24 de agosto de 2008 ¿Por qué el régimen fabrica viviendas el exterior y aquí mantiene semejante mora? En cualquier régimen político las satisfacciones pueden ser a corto plazo, en base a la improvisación, el baño de multitudes y la manipulación de las emociones; mientras en el largo plazo hay planificación, los grandes números y objetivos estratégicos de fondo y dimensión humana. En este orden de ideas, nos impacta la información publicada por este diario el pasado lunes, sobre la producción anual de viviendas, que tiene como fuente el Ministerio para la Vivienda y Hábitat; determinándose que el Ejecutivo construyó 233.000 viviendas en nueve años y tres meses, para un promedio de 25.188 viviendas anuales. En estos períodos de extremada turbulencia, la violencia se manifiesta en el discurso oficialista y en sus actuaciones cotidianas, por ello vale la pena resaltar la enorme diferencia entre una elite burocrática preparada, sensata y de conciencia, frente a una elite de discutibles credenciales académicas, radical y sustentada únicamente en la fidelidad absoluta al jefe máximo. El populismo flota en cada partícula del ambiente, la ineficiencia es la regla y los recursos petroleros se malbaratan. Viviendas del régimen La información analiza la política de viviendas del régimen, resaltando las metas de fabricación superiores a las cien mil unidades anuales, haciendo énfasis en una etapa que se inició en el año 99 hasta el 2003, en que los objetivos eran construir unidades habitacionales en el orden de las 60.000 unidades al año y los incumplimientos se debieron a la baja inversión, lentitud en la entrega de los recursos, fallas con las contratistas y desajustes en los plazos de terminación. Después nace una segunda etapa que comienza el año 2004 con la creación del Ministerio de Vivienda y Habitat, incrementándose las asignaciones para la vivienda, mediante un fideicomiso creado por Pdvsa y a través del Fondo de Desarrollo Nacional: increíblemente se ofrecieron 120.000 soluciones habitacionales y de acuerdo a la estadística de ese año se fabricaron 8.766 viviendas. En el 2008 las autoridades han terminado 8.000 viviendas al cierre del primer trimestre, de las 132.000 que están en construcción, y el actual titular de la Vivienda ha comentado que la realización ha tenido inconvenientes, tales como fallas de abastecimiento en insumos como la piedra, arena, bloques, tejas, maquinarias y transporte de carga; todo recuerda un iceberg que por encima de la superficie muestra poco, ya que debajo de las aguas se esconde la mayor dimensión del hielo. La realdiad es que Venezuela dispone de las tecnologías más avanzadas de construcción, empresas de reconocida solvencia y experiencias emblemáticas para el resto del continente, sin embargo grupos criollos han trasladado parte de su operación al Caribe, Centroamérica y Norteamérica. Mora con la pobreza Entonces ¿qué es lo que ocurre? ¿Cómo es posible que en esa atracción fatal para regalar miles de millones de dólares a Cuba, Nicaragua, Bolivia, Argentina y otros países, el régimen fabrique viviendas en el exterior y mantenga una mora de tal magnitud con nuestra pobreza? Se alegan innumerables dificultades, por lo cual se adquieren o se expropian cementeras, pero en cambio se construyen a montones las soluciones habitacionales en geografías foráneas, haciéndose la vista gorda sobre las protestas de los habitantes de los barrios. Nos referimos a un déficit que estaría en el orden de los dos millones de viviendas, cuya reducción bien planificada multiplicaría el empleo, generaría riqueza y beneficiaría a los pobres. En ese concierto de expectativas alentadas desde la cúspide del poder, surge la investigación que realizara este diario sobre la urbanización Bosque Alto en la subida de Tazón, que se suponía debía recibir a los damnificados del deslave de Vargas y distintas catástrofes y reubicaciones de la ciudad capital. Para sorpresa, incluso de muchos simpatizantes del gobierno, estas viviendas fueron adjudicadas a altos funcionarios y militares, en una demostración de caradurismo inversamente proporcional al discurso revolucionario. Resumimos, en nueve años y tres meses se han construido 233.000 viviendas, para un promedio anual de 25.188, cuando ha debido construirse un promedio de 100.000 anuales. La gran interrogante es ¿qué falló para un incumplimiento tan extremo? ¿Es la ingobernabilidad un patrón de conducta del régimen? ¿Por qué se protege a los responsables de tamaño desaguisado? ¿En fin, podremos algún día recuperar las instituciones? |
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