Cacarear y no poner
Por Venezuela Real - 31 de Agosto, 2008, 13:38, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
PEDRO LLORENS
El Nacional 31 de agosto de 2008 E l Presidente se molesta, y está bien que se moleste (ojalá se molestara más), porque la prensa, El Nacional, le echa en cara lo mucho que costó enviar a Pekín una delegación demasiado abultada, con muy escasas posibilidades de éxito, como lo demostraron los hechos tras la descomunal campaña publicitaria que le atribuyó oros hasta al maratonista que tampoco pudo terminar esta vez (ya había abandonado en Atenas). Cacarear y no poner huevos es lo que cada día vemos. Aquí está lo que dijo el mandatario molesto: "Estos son los pitiyanquis que no tienen vergüenza ni tienen Patria... pero bueno, para pesar de ellos se los anuncio, hasta el último día de sus vidas van a vivir, a menos de que se vayan del país, rodeados de revolución... porque están rodeados, pues, los tenemos rodeados y no se han dado cuenta... prepárense pues, prepárense". Dislates, desatinos, desbarros... veremos. Molestos deben estar con él los atletas que participaron en Atenas 2004 a quienes –como ahora ocurre con los de Pekín 2008– se les hicieron promesas (por televisión) que quedaron en el aire. "Lengua larga, memoria corta", tituló Tal Cual, al destacar el incumplimiento; y Dalia Contreras, única medallista de la delegación venezolana en los recientes juegos, apenas llegó a Maiquetía donde fue recibida con flores, pancartas y discursos, recordó la promesa de "una vivienda digna" que se le hizo hace cuatro años. La mejor prueba de que lo dicho en el aire no vale en la tierra (axioma populista) la tuvimos el pasado fin de semana en Aló, Presidente tras el inesperado petitorio formulado por el primer grupo llegado de Pekín. Para quedar bien con Alejandra Benítez y el resto de las atletas que intervinieron, el mandatario ordenó a Héctor Rodríguez, ministro de la Secretaría: "¡No vas para Honduras, te quedas a resolver esto!", y al día siguiente los diarios traían las fotos de Rodríguez, en Tegucigalpa, robando cámara por encima del hombro de Chávez. Definitivamente, lo peor del teatro bolivariano es el reparto. El desvergonzado pitirruso que nos sojuzga probablemente se ha llevado, cedido, obsequiado, ofrendado petróleo por mucho mayor valor del que sacaron la Creole y la Shell antes de la nacionalización (la de CAP por supuesto). Y vive su película de vaqueros en la que el muchacho (él mismo) es indio, mientras los waraos se mueren de rabia selvática y de arrechera al cabo de un año de haberse denunciado y comprobado la enfermedad que ahora las autoridades califican de extraña. Ver opciones avanzadas |
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