David Smolansky: "La prioridad estudiantil es la resistencia al paquetazo"
Por Venezuela Real - 7 de Septiembre, 2008, 11:25, Categoría: Oposición/Resistencia
JAVIER
PEREIRA
El Nacional 07 de septiembre de 2008 El máximo representante de los estudiantes de la UCAB, llamado a tomar el relevo de Yon Goicoechea, anuncia que el movimiento universitario se reactivará en el último trimestre de 2008. Explicó que llamarán al voto de los jóvenes y reactivarán la estructura de vigilancia electoral desplegada el pasado 2 de diciembre Smolansky apuesta por una conducción más colectiva: El movimiento estudiantil depende de principios y valores, no de caras famosas Un abuelo ucraniano, que se fugó de la Unión Soviética después de la revolución bolchevique, y un padre cubano, que escapó de la isla después de la revolución castrista; los antecedentes familiares de David Smolansky dejan claro que la simbología socialista no le es ajena, después de vivir en un hogar marcado por las revoluciones más emblemáticas del siglo XX. En menos de un mes, este joven de 23 años de edad comenzará el noveno semestre de Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello, y tratará de compartir la carga académica con sus nuevas responsabilidades: en mayo pasado se consagró como el dirigente estudiantil más votado de la historia de la UCAB, al ser electo representante ante el Consejo Universitario con 4.108 votos. En ese cargo sustituye a Yon Goicoechea, y se espera que también asuma su puesto en la vanguardia del movimiento estudiantil nacional, después de ejercer durante el año 2007 un papel de segunda línea, en monitoreo de medios, análisis estratégico y vocería interna. Ahora está listo para asumir su lugar en la primera fila. "Estoy tranquilo, porque la experiencia del año pasado ayudó mucho. Además, estamos diseñando un buen equipo que nos permita desplegar un trabajo fuerte, en la calle y a lo interno también, porque no podemos olvidar que somos representantes de más de 13.000 estudiantes de la UCAB". –¿Ese trabajo interno se descuidó un poco en 2007? –La coyuntura nos obligó a dedicarnos mucho más a la calle que a la casa, y no nos arrepentimos. Nuestras protestas naturales, espontáneas y creativas refrescaron el ambiente después de 9 años de intensa confrontación política, y eso tuvo un efecto importante, más allá del resultado del 2 de diciembre. –¿Hubo algún error en la conducción del movimiento estudiantil durante el año pasado que ahora no debería repetirse? –Pienso que dejamos algunas cosas a la suerte. Pecamos a veces de exceso de confianza, pero eso es parte de la irreverencia del movimiento. No pararse mucho en las consecuencias de, por ejemplo, desafiar los permisos y llevarnos por delante las barricadas policiales en una marcha. Son cosas que pudieron tener consecuencias graves, pero al final la coyuntura lo exigía. Creo que el movimiento estudiantil se equivocó poco el año pasado, en buena medida porque las decisiones se tomaban después de muchas discusiones, respetando las distintas opiniones y con sentido de la oportunidad, incluso en los repliegues. Después de tres semanas de intensas protestas por el cierre de RCTV, nos replegamos en vacaciones y creamos el Parlamento Estudiantil, lo que nos permitió cohesionar el movimiento en todo el país; y luego salimos a resistir contra la reforma constitucional con una estrategia bien definida, con los roles mejor distribuidos y un despliegue más eficiente de recursos. –Este año también se sintió un repliegue del movimiento, después de algunas movilizaciones contra las inhabilitaciones. ¿Se prepara algo para el último trimestre, cuando arranque del nuevo año académico? –Ahora mismo, la prioridad estudiantil es la resistencia al paquetazo habilitante; que en el fondo es la misma lucha del año pasado. Los dirigentes de varias universidades llevamos semanas en una primera fase de estudio del contenido de las leyes, analizando los efectos de, por ejemplo, la reestructuración de la Fuerza Armada Nacional o la creación de autoridades regionales paralelas, que ponen en riesgo la efectividad de los comicios del 23 de noviembre. De allí la claridad de que ahora, a pesar de la campaña electoral, la prioridad es la resistencia contra el paquetazo. –¿Pero los estudiantes le darán la espalda a la coyuntura electoral? –Claro que no, una cosa no quita la otra. Para las elecciones regionales trabajaremos en tres objetivos: primero, estimular el voto de los jóvenes, que es nuestra tarea básica; segundo, reactivar la estructura de protección electoral desplegada el año pasado, cuando miles de estudiantes estuvieron por todo el país como testigos de mesa y monitores del proceso; y tercero, promover el voto consciente, para estimular que los candidatos definan propuestas para solucionar los problemas concretos de la gente, y así los electores se conecten con los postulados no por la simple polarización política, sino por sus propuestas para mejorar la calidad de vida en cada estado y municipio. –Mientras tanto, Chávez dijo el domingo que le provocaba clavarle al país 26 leyes más. –Oídos sordos con eso. El país no puede seguir cayendo en las provocaciones de Chávez. La sociedad y los dirigentes deben salir de esa agenda mediática que el Presidente impone en sus programas dominicales y sus cadenas. En esto, el movimiento estudiantil ha sido maduro y racional, a pesar de la juventud de sus bases y dirigentes. Por eso, ahora debemos concentrarnos en definir las estrategias más efectivas y concretas para frenar la aplicación del paquetazo. –¿Cómo? ¿Con movilizaciones de calle? ¿Con un millón de firmas en la Organización de Estados Americanos? –En las universidades estamos estudiando todas las posibilidades. Hay una muy buena iniciativa de los gremios, que han promovido la recolección de las firmas contra las leyes, y hemos hecho ya contactos para colaborar. Pero hay que analizar los siguientes pasos. El referéndum abrogatorio puede sonar como una buena idea, pero aquí ya hubo una consulta popular sobre esos temas el pasado 2 de diciembre, y eso hay que respetarlo. Llevar las firmas a la OEA tampoco suena mal, pero creo que ese organismo ha demostrado muchas veces que no tiene voluntad política para ejercer presión efectiva sobre el Gobierno venezolano. Por eso, estamos analizando las estrategias. Lo importante es que la gente sepa que los estudiantes no estamos dormidos y de vacaciones; nos estamos preparando, llevamos semanas en reuniones interuniversitarias y estaremos listos para ejecutar las acciones de presión que puedan ser más efectivas, en el momento más oportuno, para frenar la ejecución del paquetazo. –Entonces, saldrán a la calle de nuevo en octubre. –Ya se verá, esa no es la única opción. Hemos ejecutado muchas acciones de protesta irreverente. Eso lo definiremos en su momento y, repito, lo importante ahora es definir la estrategias para, por ejemplo, dejarle claro al país la inmensa contradicción de un Chávez que habla de socialismo, pero que al mismo tiempo promueve el capitalismo de Estado, con un Gobierno que se convierte en una mega empresa que domina bancos, telecomunicaciones, energía, producción de matería prima, distribución de alimentos y cuanta cosa se le ocurra. –¿Los venezolanos han entendido la gravedad de las estatizaciones o de las leyes del paquetazo habilitante? –Ese es uno de los puntos débiles. Por eso es tan importante la formación y el análisis para, luego, abrir el debate. El año pasado, una de las estrategias más importantes fue el despliegue de una campaña informativa sobre los efectos de la reforma en la vida cotidiana de la gente. Hicimos trabajo en barrios y en el interior del país, generamos discusión y eso ayudó a entender los peligros de la propuesta. Este año vamos por el mismo camino. Por eso, en el fondo sentimos que es un error asociar las elecciones regionales con la resistencia contra las leyes habilitantes, porque al final el paquetazo no depende de si en las gobernaciones y alcaldías hay militantes del PSUV o dirigentes opositores. –Algunos líderes universitarios se han retratado públicamente en actos de campaña con candidatos opositores, endosándole el apoyo de los estudiantes. ¿Eso no distrae los objetivos del movimiento? –Para nadie es un secreto que muchos líderes del movimiento pertenecen a partidos políticos; eso es legítimo y es parte de la democracia. Lo importante es que esos dirigentes sepan respetar su papel de líder universitario. El movimiento no le sirve a los partidos políticos; la agenda estudiantil la manejan sólo los estudiantes. Parece que a algunos dirigentes les cuesta diferenciar su papel de líder universitario con su condición de militante de partido, y a ellos les recuerdo: en una asamblea del parlamento estudiantil, en abril de este año, se decidió que no se pueden usar la imagen del movimiento con fines electorales. Quien lo haga resultará perjudicado, porque la gente sabe que el movimiento estudiantil va mucho mas allá de los 10 dirigentes que siempre declaran; somos un grupo amplio, diverso y muy consciente de su rol político. El movimiento estudiantil depende de principios y valores, no de caras famosas; y ese es precisamente uno de nuestros mayores retos: que el relevo de los dirigentes que el año pasado les tocó asumir el liderazgo, como Yon (Goicoechea) o Freddy (Guevara), no debilite al movimiento, sino que lo fortalezca con una conducción mucho más colectiva. |
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