Un planteo razonable y necesario
Por Venezuela Real - 7 de Septiembre, 2008, 16:20, Categoría: Política Internacional
Jorge Oviedo
La Nación - Argentina 07 de septiembre de 2008 Como es su costumbre, los Kirchner toman medidas de a una y a veces sin organicidad. Pero, aunque contra su voluntad y tratando de fingir que no lo hacen, parecen encaminarse a un reordenamiento financiero que podría normalizar muchas relaciones y facilitar el crédito y la inversión. Esa es la buena noticia. La no tan buena es que no parecen dispuestos a presentarlo así para mejorar las expectativas. Y tampoco parecen decididos a tomar otras medidas imprescindibles, como un plan contra la inflación. Las condiciones internacionales y locales permitieron hasta ahora a los Kirchner mantenerse con una relación financiera casi inexistente con el resto del mundo. La acumulación de vencimientos postergados en la reprogramación de la deuda, el aumento del gasto público por el incremento incesante de los subsidios y las dificultades para mantener el superávit fiscal, la crisis financiera internacional, entre otras causas, cambiaron el escenario. Para 2009, la fórmula de financiarse con Venezuela, más la Anses y colocar lo que reste en bancos locales y AFJP parece insuficiente. Por eso el ex ministro Martín Lousteau comenzó a explorar posibles fuentes financieras alternativas. La sola aparición de la noticia llevó a los Kirchner a pararlo todo. Cristina Kirchner ha mostrado aversión por cuestiones relativas a las finanzas. Para ella es ocupación de especuladores. En un país como la Argentina, necesitado de inversiones, habría sido vista como normal una estrategia para hacer obras y conseguir desembolsos del BID y del Banco Mundial superiores a los pagos que se realizan. La falta de una estrategia por parte de Economía y la adicción al secreto y a la intriga de los Kirchner hicieron que los pasos dados por Lousteau generaran desconfianzas y que se pensara que había temores ante una urgencia fiscal no revelada. El miedo a una crisis próxima que los analistas no habían advertido llegó a su punto máximo cuando el Gobierno tomó de Venezuela 1000 millones de dólares al 15%, una cifra exigua para semejante costo. Para colmo, Venezuela no terminó de recibir los bonos: se deshizo de ellos, desplomó las cotizaciones, porque los operadores creyeron que Caracas tenía información de la debilidad argentina que ellos desconocían. Las recompras de bonos no han dado el resultado esperado. Y el anuncio del pago al Club de París tampoco mejoró el humor. En ese contexto, parece que el único camino es cambiar la estrategia para pagar y hacer un acuerdo con los holdouts . El problema para el Gobierno será cómo presentarlo. Si logra reducciones de los valores y dinero fresco, podrá mostrarlo como un éxito. Para restablecer la confianza de los bonistas no sirvió anunciar el pago a los estados acreedores porque ello seguía dejando fuera de cualquier acuerdo a los tenedores de bonos viejos. Y a los que tienen bonos de la actual gestión se les hace un default todos los días, cuando se les aplica un índice de actualización muy inferior a la verdadera inflación, que es el que debería usarse. Si los Kirchner normalizan la situación financiera, habrán dado un importantísimo paso para garantizar la continuidad del crecimiento. Faltarán un plan contra la inflación y el reconocimiento de los fallos adversos del Ciadi. Sería una pena que el Gobierno se encerrara ideológicamente para decir que si dan un paso, les piden otro y que les "corren el arco". Vale la pena ver qué hacen otros países en situaciones parecidas. Ni siquiera Rusia, que tiene arsenal nuclear, poder geopolítico, reservas de gas colosales, se animó a dejar sin pagar un default más chico que el de la Argentina. Como recordó un funcionario del Departamento de Estado: "Si no pagar a los banqueros fuera una buena idea, nadie les pagaría". |
Temas
Calendario
Archivos
SuscríbeteSindicaciónEnlaces
|