Ojo de Agua
Por Venezuela Real - 12 de Septiembre, 2008, 13:00, Categoría: Dimensión Social
Gerardo Blyde
El Universal 12 de septiembre de 2008 Cuando en Ojo de Agua una señora abre el grifo y solo sale aire, no hay preferencia política Ojo de Agua es un populoso barrio de Baruta. El martes improvisamos una pequeña asamblea de vecinos justo frente al ambulatorio. Las necesidades son muchas, como en todas las zonas populares del país. Todos querían hablar y exponernos cómo viven. En Ojo de Agua se raciona tanto el agua que sólo llega dos veces por semana a cada sector. Una señora contaba que a su casa sólo llega los martes y sábado por la noche y que se trasnocha esos días esperándola para poder llenar todos los potes que tiene. Otra señora muy molesta, nos mostró más de quinientas firmas que ha recogido entre los vecinos para hacerle el reclamo a Hidrocapital. Al parecer se pretende pasar por sus narices una nueva tubería para surtir a un solo sector y no para solucionarle a todos el problema. En Ojo de Agua, irónicamente, no hay agua. Pero ese no es el único problema del barrio. Por lo desordenado de su crecimiento, los ductos de aguas negras son insuficientes. En algunos sectores los desechos van por la calle o las escaleras en la superficie. En otros, los ductos rotos filtran sus contenidos por debajo de las casas y las coloca en situación de riesgo. Por Ojo de Agua, quizá como pasé yo la noche del martes, han pasado decenas de políticos y funcionarios de los gobiernos locales, estadales y nacionales. Han ido todos los candidatos del pasado y seguirán pasando todos los candidatos del futuro. Algunos han hecho algo, dentro de sus competencias, otros nunca han vuelto. Para mejorar la vida de una comunidad, para proveerla de los servicios básicos para tener una vida digna se requiere voluntad política, recursos y trabajo coordinado de las autoridades locales y nacionales. La absurda polarización política en la que nos han llevado a vivir durante estos diez últimos años sin duda se ha traducido en la merma del nivel de vida de todos los venezolanos. Cuando en Ojo de Agua una señora abre el grifo de su lavaplatos y sólo sale aire, no existe distinción alguna de su preferencia política. La falta de agua es igualitaria y muy socialista: no diferencia entre la chavista y la no chavista. Ambas se pasan la noche del martes lavando. Ambas viven la angustia de la inseguridad y andan con el corazón en la boca cuando una hija no ha llegado y escuchan un tiroteo en la zona. Ambas tienen que bajar en los mismos "jeeps" a las 4:30 am para ir a trabajar. Ambas se bañan tomando el agua de un pipote. Ambas le deben al mismo bodeguero cuando los reales no le alcanzan para pagarle. En Venezuela existe una confusión total de los niveles de gobierno y competencias de cada uno de ellos y, en algunos casos, se solapan. Un ejemplo simple pero muy evidente es el ambulatorio de Ojo de Agua. Desde las 6 am hasta las 2:00 pm el mismo depende de Sanidad, es decir, del gobierno nacional. A las 2:00 pm cerraba y la comunidad se quedaba desasistida. La Alcaldía llegó a un acuerdo con Sanidad, por la presión de la comunidad, y asumió el ambulatorio desde las 2 pm hasta las 6 am. Todo el barrio reconoce que la atención durante los horarios en los que lo maneja la municipalidad es excelente, aun cuando los médicos trabajan en muy malas condiciones; y que por la mañana es deficitaria. El gobierno nacional no puede supervisar cada uno de los ambulatorios y hospitales del país y, en consecuencia, el servicio se deteriora. El gobierno municipal, más cercano a la gente, puede ejercer mejor supervisión y brindar mejor servicio. Si van diez años y no se han cumplido las mínimas aspiraciones para mejorar sus vidas, si en asuntos tan sencillos como el ambulatorio de Ojo de Agua se demuestra la ineficiencia del gobierno central, si ninguna de las promesas de cambio se han dado, ¿qué extraña fuerza hace que una parte muy importante de los habitantes de Ojo de Agua continúe creyendo en Chávez y lo defienda de cualquier crítica? Sin duda que la tan mencionada conexión emocional de la que hablan los expertos es cierta y hace que le perdonen su falta de gestión. Existe en algunos un orgullo interno al manifestarse chavistas aun cuando del chavismo y su obra nada haya llegado a su barrio. Pero ya la presión de los vecinos comienza a hacerlos reflexionar sobre las bondades de ser chavista, ya la desilusión avanza y la factura de necesidades no satisfechas va llegando a la fecha de vencimiento. Cuando eso suceda, así como el líder conquistó esos corazones esperanzados en un cambio real, pasará de inmediato y sin aviso a ser el objeto principal de sus reclamos y el culpable de sus penurias. Se habrá roto la magia y la conexión emocional. |
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