EDUARDO SEMTEI - "El portaaviones de Chávez no funcionará el 23-N"
Por Venezuela Real - 14 de Septiembre, 2008, 12:12, Categoría: Electorales
GLORIA M. BASTIDAS
El Nacional 14 de septiembre de 2008 EI ex rector del CNE advierte que los candidatos del oficialismo sufren un descalabro El ex funcionario piensa que tras las elecciones regionales se producirá lo que él llama una "corrección estadística": la oposición, que ahora va unida y no grita fraude, conquistará los espacios de poder que corresponden a 45% del electorado que siempre ha tenido. Vaticina que, si las cosas siguen como van, a los adversarios de Chávez les corresponderán cerca de 10 gobernaciones Eduardo Semtei vive en un sencillo apartamento en la avenida principal de El Cafetal. De padre húngaro y madre venezolana, nació en Caracas en 1951. Se graduó en la Escuela de Contaduría de la UCV en 1979 y fue el primero de su promoción: obtuvo 18 puntos de promedio. Hizo dos postgrados en la Universidad de Nueva York (uno en Contabilidad y Riesgos y otro en Finanzas) y durante largo tiempo se desempeñó como profesor de Matemática Financiera en el Alma Máter, de la cual salió jubilado. Así que Semtei –otrora militante del MIR, ex presidente del CNE y ahora autodeclarado chavista ultralight– sabe de números y proyecciones. La capacidad de almacenamiento de su cerebro es impresionante: puede recitar uno por uno los nombres de todos los candidatos que se medirán el 23– N y, encima, sabe exactamente qué posición tienen en las encuestas. Es un superamante de los juegos del poder y de la política. Todos lo recuerdan por aquella frase: "El 28, el 28" (las fallidas megaelecciones del 28 de mayo de 2000), pero en esta entrevista veremos su otro costado: el de analista al estilo Nostradamus. –¿Chávez hará de portaaviones o de submarino el 23 de noviembre? –La campaña del PSUV está centrada alrededor de dos premisas: el uso de la figura del Presidente como un portaaviones y que los candidatos hagan énfasis en los programas nacionales –como Barrio Adentro o las misiones– y no en los programas regionales. Y eso tiene sentido: quien aparece mejor ubicado en las encuestas es Chávez, cuya aceptación oscila entre 56% y 60%. Chávez todavía tiene un gran peso como líder, lo que no ocurre con los abanderados oficialistas. El candidato que más liderazgo ostenta es Henry Falcón, en Lara, que tiene 56%. Y en segundo lugar está Stella Montilla, en Falcón, con 51%. Los demás aspirantes del chavismo no llegan a 40%; no sirven. Si Chávez hiciera descansar la campaña electoral solamente en sus candidatos, perdería 20 de las 22 gobernaciones. Las candidaturas a gobernadores del chavismo están sufriendo un descalabro muy serio. –Si Chávez tiene 56% de popularidad y la estrategia del oficialismo es usarlo como portaaviones, ¿eso no indicaría que el Gobierno se va a alzar con la gran mayoría de las gobernaciones? –No, porque eso se ensayó con la reforma constitucional y no funcionó. En el marco del referéndum, la oposición adoptó un método interesante: escogió 11 ó 12 artículos sobre los cuales debatió. Y convenció a la gente de que esos artículos eran contrarios al espíritu democrático, mientras que el Gobierno basó la campaña en la figura de Chávez. Y perdió. Chávez no pudo endosar los votos al sí de la reforma constitucional. Él espera ahora que, tal como le funcionó en el pasado, al levantarles las manos a sus candidatos, los ayude. Pero esta vez será diferente. Primero, porque el 2D demostró que ese ensayo era incorrecto. Y segundo, porque el cuadro nacional es distinto. Después de ocho años de gobierno estadal y municipal -con muchos fracasos– no va a ser así. El caso del municipio Sucre es elocuente: Ocariz lleva ocho años siendo candidato y el Presidente decide poner allí a Jesse Chacón. Chacón tiene que hacer un milagro para ganar en Petare. ¿Cómo puede Hugo Cabezas ganar en Trujillo si hace años que se fue de allí y, además, perdió la elección interna ante Octaviano Mejía? En Bolívar, Rangel no pasa. Como no pasan otros candidatos en otros estados del país. –¿Cuáles más? –Di Martino, en el Zulia, había arrancado bien. Pero llegó hasta 41 y ahí se quedó. Y esos 9 puntos que van del 41 al 50 son muy largos. No es fácil. Y esos son los 8 ó 9 puntos de diferencia que hay en casi todos los estados del país. En Barinas, donde era inimaginable que la oposición pudiera ganar, la candidatura de Reyes ha taladrado la base chavista. Y si allá hay un entendimiento entre la oposición, no es fácil que Adán le gane a Reyes. Hay una serie de señales que sugieren que las elecciones del 23 de noviembre son las más difíciles que haya habido en la historia del chavismo. Aquí se producirá lo que yo llamo una corrección estadística. –¿Cómo es eso? –Debe haber, como ocurre en otros países donde oposición y gobierno están más o menos divididos (México, Brasil, Colombia), una correlación entre la composición electoral nacional y el número de gobernaciones y alcaldías que cada uno de ellos (oposición y gobierno) detenta. Como en Venezuela la oposición tiene el 45%, eso significa que de 22 gobernaciones le tocan 10. La lista sería: Zulia, Nueva Esparta, Sucre, Trujillo, Mérida, Táchira, Yaracuy. Si examinamos Cojedes, también hay problemas: al gobernador lo nombran en el salpicadero que hay en Miami. Vargas también puede ser complicado (a Carneiro se le han enredado las cosas con la candidatura de Smith). Y si se da la unidad en Bolívar, la oposición puede ganar allí también. Ahora, eso no sería una victoria asombrosa ni una hazaña. –Sino una mera corrección estadística... –Lo que ocurriría sería que se corregirían los entuertos que se generaron por dos errores de la oposición: que en el referéndum empezó a gritar fraude y provocó la abstención; y que, después, se retiró de las elecciones parlamentarias. Esos errores, más el portaaviones de Chávez, que funcionaba, dieron lugar a esa desproporción estadística. Pero ahora, después de ocho años, el portaaviones chavista enfrenta problemas y la oposición está más organizada. En Carabobo, por ejemplo, debe ganar Henrique Fernando Salas. En Guárico, Willian Lara está pasmado. Ya vamos por el estado 12. Esa idea de que Chávez pueda sacar 7 millones de votos otra vez es simplemente imposible. La oposición y el chavismo deben andar parejos, aunque en los estados de mayor población es donde la oposición ha agarrado más fuerza, como Carabobo y Miranda. Si se retira Arocha y Mendoza apoya a Capriles logras un equilibrio. Ya estamos hablando del estado número 13. Si uno se pone a detallar se da cuenta de que esta disputa es muy compleja. –El contrapeso al Presidente ha surgido de sus propias filas: la disidencia que ha emanado del chavismo. –La idea del portaaviones de Chávez ya no funciona, entre otras razones porque muchos de los marineros que estaban en ese buque ya tienen sus barquitos. El portaaviones de Chávez no funcionará el 23 de noviembre. ¿Cómo haces para transferirle a Willian Lara el 56% de aceptación que tiene Chávez? La oposición tiene la idea de que existe un movimiento de chavistas para sacar a Chávez: el chavismo sin Chávez. Y eso no es verdad. El fenómeno que se da aquí es el que se da en todos los estados donde hay un líder que concentra todas las fuerzas. Eso ocurrió con Mao, Stalin y Fidel. Todo aquel que tiene el poder va paulatinamente saliendo de los que lo acompañan. Por eso yo hablo de un fenómeno que llamo Chávez sin el chavismo. Él los ha ido sacando a todos. Urdaneta, Acosta Chirinos, José Vicente, Miquilena, Baduel, Vielma Mora... fuera. –Y usted ¿está fuera o está dentro? –Yo estoy en el chavismo ultralight. "Muchos de los marineros que estaban en ese buque ya tienen sus barquitos" |
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