Así es que se gobierna
Por Venezuela Real - 19 de Septiembre, 2008, 12:47, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
Gerardo Blyde
El Universal 19 de septiembre de 2008 En un pasillo del palacio un lunes cualquiera, tres ministros esperan al Presidente... En un pasillo del palacio de gobierno, un lunes cualquiera, tres ministros esperan pacientemente a que el Presidente salga de su despacho para comunicarle algunas novedades y recibir instrucciones. Llevan dos horas pagando plantón. Se les informa que el jefe está ocupado resolviendo la crisis boliviana por teléfono; que deben esperar. Finalmente se abre la puerta del despacho y sale el esperado Presidente. "¿Qué hubo?", les dice. El ministro de Interior y Justicia se adelanta: "Presidente, este plan de seguridad tampoco está funcionando; el fin de semana se produjeron 50 muertes violentas sólo aquí en la capital. Creo debemos replantearnos este asunto; quizá haya que descentralizar y apoyar a los municipios en su labor preventiva". El Presidente caminando por el pasillo, se detiene y le dice: "¡tú estas loco, chico! A mí no me interesa eso. No ayudes a nadie, no coordines con nadie; ese problema lo debes resolver tú, que para eso te nombré. Además, lo más importante es que me quieren matar a mí. A eso es a lo que te deberías dedicar; descubre quiénes son, con pruebas. Necesito que me protejas a mí". Y el ministro contesta: "sí, Presidente". Baja la cabeza y aprieta en sus manos la carpetita con el reporte de crímenes del fin de semana. El ministro de la Vivienda también aborda al Presidente. Le dice que necesita reunirse con él, que requiere mostrarle el plan de construcción de viviendas de emergencia, pero que requiere su aprobación y la dotación de los recursos. Le dice que de todas partes del país vienen reclamando viviendas y todos los días protestan frente al instituto que asigna las viviendas, pero que no hay viviendas que asignar. El Presidente se le queda viendo fijamente y le contesta: "pero, bueno, chico, para que te tengo a ti". El ministro responde: "pero, Presidente, yo no puedo aprobar el plan y los recursos; esa es función suya porque en su ley usted no lo delegó y se reservó esa competencia". El Presidente responde: "bueno, yo te mando a llamar cuando tenga tiempo para ver eso. Ahora estoy saliendo a un acto en el que voy a volver a encadenar a los medios por dos o tres horas. Hoy estoy inspirado. Ayer sólo hablé hora y media porque no me inspiré", y se ríe. Los tres ministros le festejan la gracia y uno señala: "así es que se gobierna, Presidente". Avanzan todos por el pasillo y, ya al final, el tercer ministro -dudando si le preguntaba o no- finalmente se atreve: "Presidente, usted dio la orden de que todos los hospitales pasaran al gobierno central, ya cumplimos, pero se requiere que revise estos presupuestos que le traje y se apruebe la solicitud de crédito adicional a la Asamblea, para hacerle frente al aumento de sueldos del personal y la compra urgente de todos los insumos y medicamentos que se necesitan". El Presidente estalla: "¿qué pasó, vale? ¿Hasta cuándo ese personal va a seguir pidiendo aumento, pues? ¿Es que no son socialistas? Que se vayan p'al carrizo. Hablaré con Fidel pa' que me mande más médicos de la isla. Esos sí son buenos y no son peseteros. ¿Para qué quieren más dinero? De todas formas, yo ahorita no tengo tiempo. Estoy saliendo para el Teresa Carreño a un encuentro socialista, y tendré cadena. Al terminar salgo al acto de apoyo de mis candidatos, que no puedo encadenar porque comenzarán a decir los pitiyanquis opositores que abuso, y luego me los voy a llevar a poner la primera piedra del primer edificio comunal. Pero como ese sí es un acto de Estado, volveré a encadenar a los medios y allí aprovecho de hacerles la propaganda en cadena, pues... "Pero, Presidente, estos asuntos que le presentamos son urgentes, necesitamos que usted decida; nosotros no podemos, los gobernadores y alcaldes no pueden, todas las competencias las tiene usted. Si actuamos rápido podemos evitar que ocurran tantos crímenes, comenzar a construir viviendas y evitar el paro de personal médico de los hospitales". El Presidente ya entrando en su camioneta y rodeado de todos su guardias personales, les contesta: "¿es que eso es más importante que lo que les dije que voy a hacer hoy? A ver cómo hacen ustedes, porque esta noche salgo de gira internacional por Rusia, Bielorrusia, Cuba, Bolivia, Argentina, Nicaragua y Paraguay. Debo atender los requerimientos mundiales. Esos asuntos son muy importantes para tener quienes rechacen por nosotros en el mundo cuando los gringos vengan a invadirnos". Se cierra la puerta de la camioneta. Se quedan allí parados, con sus carpetas en la mano, mirando cómo la caravana presidencial sale de palacio rumbo a la primera cadena. Se miran uno a otro y exclaman: "¡qué grande es! ¡Así, así, así es que se gobierna!". Ninguno dice una sola palabra en contra del Presidente no vaya a ser que los estén grabando. Se despiden y retiran. (La escena descrita es ficticia. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia). |
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