íApáguenle el micrófono!
Por Venezuela Real - 8 de Octubre, 2008, 13:52, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
Charito Rojas
Notitarde 08 de octubre de 2008 "Les advierto, cuerda de apátridas, oposición putrefacta, hagan lo que hagan las 26 leyes van, las otras 16 leyes también. Y si salen a la calle como el 11-A, los barreremos en las calles, los cuarteles, universidades, cerraré los medios de comunicación golpistas no tendré compasión con nadie. Sigan hablando pendejadas, intervendré cuanta empresa considere que es de interés social, ífuera los contratistas!... donde haya alcaldes y gobernadores contrarrevolucionarios, yo no puedo enviar recursos. ¿Para qué?, ¿para que se los roben o los usen en la conspiración contra mí?... dejaré el poder el 21 de junio del 2021, después del acto de celebración de los 200 años de la Batalla de Carabobo". Hugo Chávez, Presidente de la Bolivariana República, 2008. El síndrome del micrófono bárbaro y escatológico está arrollando al Ciudadano Presidente y con él, a la Constitución que está más rayada que el cuaderno de Aló Presidente. En diez años y con un ingreso de 800.000 millones de dólares, el jefe de la revolución ha perdido la oportunidad de hacer de Venezuela el primer país de Latinoamérica. Pero ha preferido acatar, no la voluntad de los venezolanos sino los pésimos consejos del cadáver insepulto que se pudre en vida, como debe ser, en esa pobre isla que sufre el flagelo revolucionario desde hace 50 años. Con ese micrófono abierto y las recomendaciones de su taita político, no podemos sino tener el riesgo país más alto de América, ser el país más inseguro del mundo y ostentar una inseguridad jurídica producto de un autoritarismo que tiene años agrediendo a la democracia venezolana. ¿Imaginan lo que ha podido hacer con ese gigantesco presupuesto un líder con el único interés de beneficiar a los venezolanos y no a un proyecto político personalísimo? Europa fue reconstruida después de la Segunda Guerra Mundial con la octava parte del ingreso venezolano de la última década. Grandes obras, como el Eurotúnel, costaron menos que el plan de ayuda al régimen castrista. Las cifras dilapidadas tienen tantos ceros que con razón están enloquecidos quienes jamás en su vida habían juntado dos reales para hacer un bolívar. A estas alturas, cuando a este gobierno le quedan cuatro años netos, lo cual quiere decir que ha consumido el 70% de su largísimo período, podemos hacer ciertas reflexiones trasnochadas. Por ejemplo ¿qué es eso de que va a estar hasta el 2021? Según el artículo 231 de la Constitución vigente, este señor tiene que entregar la banda presidencial el 10 de enero de 2013, si su diablo de la guarda lo acompaña hasta allí. Las únicas formas de no hacerlo serían 1) darse un autogolpe -cosa en lo que tiene vasta experiencia- y proclamarse abiertamente dictador, derogando de facto a la Constitución; 2) intentar una reforma constitucional, la cual también sería inconstitucional ya que esa es materia decidida con un NO en el referendo del 2-D; 3) irse por los caminos verdes ya transitados por dictadores como Fidel y Gómez y crear una figura constitucional que le permita ser quien manda detrás de un presidente títere. Pero cualquiera de estas vías sería la instauración de una dictadura. Así que lo más probable es que la amenaza sea puro terrorismo de micrófono. Haciendo un ejercicio de suposiciones, si al hombre le hubieran cerrado los micrófonos desde el comienzo o las cuerdas vocales no le dieran para tanta blasfemia, seguramente le hubiera ido mejor en su mandato. Sin pasar la mayor parte del día en discursos y cadenas, el Presidente hubiese tenido más tiempo para, por ejemplo, sentarse en su escritorio de Miraflores a gobernar un país. Si se hubiera quedado calladito, a lo mejor muchas de sus reformas las habría llevado a cabo sin levantar tanto polvo. Si no tuviera entre ceja y ceja que él tiene que hacer una revolución planetaria contra el imperio yanqui, tal vez hubiese enfocado su energía en gobernar Venezuela, que es realmente para lo que lo eligieron los venezolanos que cayeron en su labia en 1998. Todos los días, desde hace 3.467 días, oímos tronantes amenazas contra los medios, contra los petroleros, contra los curas (ícosa para pavosa!), contra los productores, contra Fedecámaras, contra la oposición, los golpistas, oligarcas, fascistas, médicos, estudiantes y de más reciente cuño, contra la "godarria". El pleito no es sólo con los de acá sino también con los de acullá: además del imperio, ha cazado pelea con México, Perú, Colombia, Chile, República Dominicana, España, Alemania y hasta con la Santa Sede. Ha cacareado contra organismos internacionales como la CAN, la OEA, la OIT, la ONU y ONG's como la SIP, AIR, HRW y Reporteros sin Fronteras. Los ímpetus camorreros no los aplaca ni siquiera el respeto a una banda presidencial (que no la suya), una corona, una dama o una mitra papal. La falta de modales es la más sencilla explicación de esta conducta perjudicial e impropia. No le debe ir muy bien en el asunto electoral, cuando sin ningún escrúpulo, se ha lanzado a una violatoria campaña electoral por todo el país, con recursos públicos (¿de dónde creen que sale el dinero para pagar las costosas movilizaciones presidenciales, vehículos, publicidad, viáticos, gastos de la Casa Militar?), promoviendo con ventaja a sus candidatos, privilegiándolos por encima de ciudadanos que tienen tanto derecho como ellos a aspirar a una gobernación o a una alcaldía. Parecería que tiene perdidas gobernaciones como la de Carabobo, cuando debe lanzar amenazas fuera de todo marco legal, como no enviar recursos al estado si votan en contra del detritus impuesto como candidato suyo. Esta barbaridad nos habla de desesperación, de pérdida, de miedo ("ííí Vienen por mí!!!"). Intuye lo que va a pasar el 23 de noviembre. Y lo que vendrá después. Si Tibisay Lucena cumpliera sus funciones, ordenaría restituir la equidad en la campaña electoral e impediría que se use la amenaza y el chantaje contra los electores, amén que denunciaría el peculado de uso de bienes del Estado. Estamos seguros que la señora Lucena, sabe de memoria todos los artículos de la Constitución y de la Ley del Sufragio que se están violando en la campaña oficialista. Quítele el micrófono, rectora. Dénos un poco de paz al menos en estos 45 días que quedan de campaña. aquí entre nos Al día de hoy, la Alcaldía de Valencia está perdida para la oposición. Siete candidatos y las interferencias hasta ahora perniciosas de los Salas Römer y Cabrera, están llevando derechito al Ayuntamiento a Aldalá Mackled, un outsider que todavía no ha dado una sola entrevista y se dedica a campañas de donaciones en los barrios. Si Salas y Cabrera, los grandes electores, no se retratan juntos por la unidad y se sientan con los candidatos a tomar una decisión que le guste a la oposición y no necesariamente a ellos, los valencianos no les perdonarán jamás el haber entregado por disputas personales la capital carabobeña. Hasta el próximo miércoles. |
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