Sumisión intelectual - Lenguaje chavista
Por Venezuela Real - 27 de Octubre, 2008, 11:31, Categoría: Testimonios
El Editorial
El Nacional 27 de octubre de 2008 Una de las cuestiones fundamentales, de las tantas que preocuparon a Miguel Otero Silva en el transcurso de su ejercicio profesional como periodista, fue la necesidad de informar clara y objetivamente, sin payasadas partidistas y mucho menos insultos y calumnias, impartidas desde el Gobierno o la oposición. No le faltaba razón porque en la misma medida en que se degradaba el lenguaje político se perdía el respeto a la opinión del otro, a la diversidad democrática de criterios y, de paso, se le abría la puerta no sólo al fanatismo, sino al autoritarismo y al culto a la personalidad. Como un hombre de ideas avanzadas, siempre buscó la manera de contrastar sus anhelos de cambio y justicia social con las proposiciones de los otros sectores, fueran ellos, para su época, de derecha o de extrema izquierda. Su capacidad para engranar los pensamientos políticos de todos aquellos que compartían con él su objetivo de una Venezuela moderna y democrática fue proverbial. Nunca cerró una puerta a sus enemigos y tampoco la abrió para que los opositores lanzaran improperios e insultos contra nadie. ¿Qué significa esto? Que nunca le temió al debate y a la discusión, porque vislumbraba, dialécticamente, que la opinión del otro era básica para enrumbar su propia opinión. Sin ella, sin la parte crítica opositora capaz de nutrir el conocimiento propio, no había nada que aprender. Lo verdadero estaba en estimar la posición del contrario, respetarla y analizarla, y darle una respuesta lo suficientemente ideológica e inteligente como para motivar un enriquecimiento del debate público. De allí que El Nacional surgiera como un periódico abierto a todas las corrientes, como lo es hoy: en nuestras páginas de opinión están no sólo los líderes de la oposición, sino los representantes del Gobierno. Este periódico, en honor a Miguel Otero Silva, es el único que tiene un espacio dedicado, día a día, a discutir el socialismo del siglo XXI. Una diversidad de intelectuales de la tendencia bolivariana o no (que no están en la nómina del Gobierno) debaten sin ningún género de censura sus ideas, sus concepciones y sus diferencias. Eso es democracia. Y, sin embargo, deambula por allí un poeta silvestre o dos, de palomitas sabaneras, de cuya honestidad en la Cuarta República (de la cual chuparon y viajaron a más no poder) hay serias dudas, que se atreven a decir que este periódico no es como antes. Claro que no lo es porque hoy existen otros retos democráticos más puros que algunos poetas lustrabotas de los caudillos militares no quieren ver. Es que ellos siempre han sido poetas de la mano de alguien porque ¿quién les paga esas loas a Chávez? Un sueldo y unas becas que ya tuvieron en el Conac y en El Nacional tiempo atrás. El centenario del nacimiento de Miguel Otero Silva es un momento ideal para desenmascarar a los oportunistas. La poética de MOS fue siempre denunciadora contra el poder, moral y éticamente. No alquiló jamás poetas ni escritores . |
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