Venezuela Real
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Siempre huyendo hacia adelante
Por Venezuela Real - 30 de Octubre, 2008, 10:29, Categoría: Política Nacional
COLETTE CAPRILES
El Nacional 30 de octubre de 2008 En mi opinión el Presidente cortó las amarras democráticas cuando desconoció los resultados de la consulta popular sobre la reforma constitucional. Precedido de la ya tradicional "creación de atmósfera", calentamiento o proemio, siempre en tono de farsa escatológica (como un Hamlet fingiendo locura), tal desconocimiento se consuma con la promulgación de las leyes del 31 de julio. Cuando Hugo Chávez descubrió que podía permitirse ignorar el veredicto popular, o más bien y más descarnadamente, que podía anular con cualquier gesto de su propia voluntad la soberanía popular, adentrándose sin retorno en el continente oscuro de la autocracia, comenzó la larga marcha que le procurará, según cree, la reelección perpetua. Porque en realidad, Chávez no está cargando bacalaos ni haciendo campaña plebiscitaria para asegurarse gobernaciones y alcaldías. No, el Presidente está haciendo campaña para sí mismo, por su reelección, porque al día siguiente de las elecciones regionales, cualquiera que sea el resultado, está obligado a proponer el nuevo horizonte de supervivencia, que no es otro que el de la enmienda, reforma o maniobra constitucional que le permita fijar la reelección indefinida e inmediatamente. La configuración política que resulte del 23 de noviembre es en cierto sentido irrelevante porque es predecible: la fuerza institucional del gobierno se verá disminuida, sencillamente. Pero es irrelevante, sobre todo, porque en el ajedrez del gobierno la expresión de la soberanía popular, es decir, lo más esencial de la democracia, es un accesorio que ya luce superfluo. Es más: cabría esperar que la autorización legal para instalarse imperecederamente en el poder termine siendo el resultado de un abierto fraude constitucional a través de algún pronunciamiento del TSJ, sin molestarse en someterla a consulta popular, cuyos resultados no serían distintos a los de diciembre de 2007. A veces parece que cuando el Presidente se vuelve loco se recupera en la estimación popular. Al menos así leerán en Miraflores las encuestas que reflejan un aumento de la popularidad del Presidente desde enero de este año. Pero tal aumento (que no va acompañado de una mejoría en la evaluación del Gobierno, por cierto) sólo muestra el éxito que ha tenido el Ejecutivo al concentrarse en la redistribución y el abastecimiento, mientras abandona sus deberes "estructurales" que no tienen retorno político, como la inversión social y en infraestructura. Es cada vez más un gobierno "especulativo" y menos un gobierno "real", empeñado en fabricar mundos fantásticos que obliguen al ciudadano a dudar de su propia espantosa realidad y en definitiva a hacerse inmune a ella. Y es que en el mundo real las condiciones se vuelven cada vaz más restrictivas: no ya solamente porque le ha llegado la hora del ajuste a un gobierno que sólo puede concebirse a sí mismo como un universo en expansión, sino porque se ha venido produciendo, en el campo político, una nueva distribución que es tal vez el mayor terremoto al que se ha enfrentado el Presidente: el desprendimiento de la izquierda. El régimen muda nuevamente de piel: con el mismo desparpajo con el que adoptó los modales y decires de la izquierda más conservadora, se propone ahora deslastrarse de las incomodidades del disfraz y volver a su origen militarista, nacionalista, pretoriano y personalista. Por más oportunismo que florezca en las filas de los militantes de la izquierda irredenta, algo se ha quebrado, o ha sido quebrado por el Presidente: los pruritos colectivistas molestan ahora y, en definitiva, Chávez ya no necesita del motor legitimador de la mitología de la izquierda. Ha creado la suya propia; se ha autonomizado. Así como ese aluvión de asteroides y polvo interestelar que quedó de la derrota de la izquierda insurgente adquirió entidad gravitando alrededor de la figura de Chávez, le toca ahora asumir su responsabilidad y evaluar la realidad "real" frente al mito. |
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