El arma de los ausentes

Por Venezuela Real - 31 de Octubre, 2008, 10:36, Categoría: Electorales

Carlos Crespo
TalCual
31 de octubre de 2008

Luego de favorecer al chavismo en las regionales de 2004 y a los opositores el 2D, todavía no está claro a quién le sonreirá la abstención el 23N
En la oposición parte de los que votaron, y de los que no lo hicieron, recobraron la confianza en el sufragio, asegura el politólogo Ricardo Sucre

La abstención es un arma peligrosa que puede herir al que la empuñe. Así parece demostrarlo la historia electoral reciente, al menos la que parte desde 2004. En octubre de ese año, una buena parte de los adversarios del Gobierno decidieron no presentarse a las urnas, desmotivados por los resultados del referendum revocatorio de agosto de 2004. El resultado fue que la oposición pasó de tener ocho gobernaciones –Anzoátegui, Apure, Bolívar, Carabobo, Miranda, Monagas, Yaracuy y Zulia– a sólo dos: Zulia y Nueva Esparta. Además de perder la Alcaldía Metropolitana.

El Gobierno fue "víctima" de la abstención durante el pasado 2D.

Hugo Chávez logró la reelección en 2006 con 7.309.080 de votos, y un año después su propuesta de reforma constitucional fue apoyada por 4.379.392 personas. Durante la campaña, el Gobierno acusaba a sus detractores de promover la abstención "golpista", pero lo cierto es que los casi tres millones de diferencia fueron personas que no se presentaron a votar.

Hoy el panorama no parece estar tan claro y analistas consultados señalan que no están seguros sobre quién resultará favorecido por la ruleta rusa de la abstención.

Sin embargo, desde ya se atreven a señalar que los factores que la determinarán serán muy distintos a los de comicios anteriores.

En un escenario donde parte de los opositores parecen haber superado el derrotismo electoral, factores como la gestión de los mandatarios regionales, la oferta y el carisma de los nuevos candidatos, la capacidad de movilización de las organizaciones políticas y el famoso voto castigo (abstención-castigo, en este caso) cobrarán mayor importancia en las próximas elecciones regionales, cuyos índices de abstención –según los expertos– se mantendrán dentro de los niveles históricos acostumbrados.

LA ABSTENCIÓN "CONSCIENTE "

Larga es la historia de la abstención en Venezuela. Tradicionalmente esta se usó para medir el rechazo de la población hacia el sistema político imperante, lo que culminó con índices que rondaban 50% en la década de los 90. A pesar de que Chávez fue uno de los defensores de esta "estrategia" política, su interpretación de este fenómeno, así como la de buena parte de la sociedad, cambió radicalmente con su llegada al poder.


El momento clave se produjo en las elecciones regionales de 2004, cuando la mayoría de los dirigentes opositores llamaron a no votar en los comicios, tras asegurar que en el referendo de agosto se había producido un "fraude" a la voluntad popular. A partir de este momento la abstención, para buena parte de los que se oponían a Chávez, se convirtió en una forma no para deslegitimar a un sistema sino, más directamente, a un Gobierno, incluso con la finalidad de que este cayera en poco tiempo.

El resultado de esta estrategia fue desastroso para los opositores, pues el oficialismo obtuvo casi todas las gobernaciones, sin la supuesta "deslegitimación" que traería la ausencia de las urnas. Algo similar ocurriría en las elecciones parlamentarias un año después.

Sin embargo, ese proceso parece haberse revertido el año pasado cuando muchos acusaron al Gobierno de incentivar la abstención.

Irónicamente, esta fue determinante en el cerrado triunfo del "No" en el referendo sobre la reforma constitucional.

Para el politólogo Ricardo Sucre el 2 de diciembre marcó un nuevo hito en lo que a la abstención significa, tanto para chavistas como opositores: "Se produjo lo que se puede llamar una ’abstención consciente’, porque los electores internalizaron el poder de su voto". Con esto Sucre asegura que el universo chavista vio una oportunidad de manifestar su descontento con la gestión gubernamental, mientras que del lado opositor parte de los que votaron, y de los que no lo hicieron, recobraron la confianza en el sufragio como una vía para oponerse al Ejecutivo.

El también politólogo John Magdaleno coincide con esta opinión y explica que con los resultados del referendo se produjo un nuevo escenario electoral en Venezuela: "Este resultado estimula la colaboración entre los sectores opositores. Además, abre un campo para que los moderados de ambos bandos miren las propuestas de los candidatos".

Opinión distinta es la del politólogo Luis Ordóñez, quien asegura que la polarización seguirá teniendo un efecto preponderante en los próximos comicios regionales: "Se sigue hablando en términos de polarización, del candidato único de la oposición. Tanto en el chavismo, como en el antichavismo". En lo que sí coincide con Magdaleno es en que el tema de la confianza en el Consejo Nacional Electoral volverá a influir en los votantes opositores.

COLETAZOS DEL 2D

Un asunto en el que los analistas son bastante cuidadosos es el referido a los efectos que podrían tener los resultados de la elección del 2D sobre los índices de abstención en los comicios regionales de noviembre.

Para la historiadora Margarita López Maya, la abstención estará dentro de los porcentajes acostumbrados en este tipo de comicios: "No son lo mismo que una elección nacional y por lo tanto los índices hay que detallarlos región por región, para este tipo de comicios se suele dar una abstención, aproximada, de 45%".

Con este argumento también coincide Magdaleno, quien establece un intervalo para los procesos locales: "Históricamente, desde 1984, los porcentajes de abstención oscilan entre 41% y 54%".

Sobre la disminución o no del porcentaje de abstención son variadas las opiniones. Mientras Magdaleno y Sucre creen que este se podría reducir con respecto a los resultados de 2004, López y Ordóñez creen que este podría ubicarse en un porcentaje similar al de aquella oportunidad (54%, 27%). También coinciden todos en que muy difícilmente este baje de 40%, pues nunca lo ha hecho.

Otro punto en el que tampoco existe acuerdo es el referido a quién resultará favorecido con la abstención. No obstante, todos parecen asomar la idea de que el que tendrá que volver a movilizar a sus votantes es el oficialismo: "La oposición logró movilizar a sus votantes tradicionales, mientras que el oficialismo debe retomar su maquinaria", indica Sucre. Para López Maya, ya se está empe zando a sentir un proceso de "cansancio" en la movilización de los bolivarianos.

Un aspecto interesante es lo que podría llamarse la "inversión" de la abstención. En las pasadas elecciones regionales los estados con mayor porcentaje de ausentismo electoral fueron los más urbanizados. Entre ellos destaca el Distrito Metropolitano, en el que la abstención llegó hasta 67,4%. De acuerdo con los analistas un factor clave será lo que denominan "lo atractivo de la oferta electoral".

López Maya asevera que en esta elección la participación de la gente estará condicionada a las opciones electorales: "Los votantes quieren gente eficiente, que tenga gestión y hable más sobre la calidad de vida de las personas". Esta historiadora agrega que la mala gestión que han mostrado go bernadores y alcaldes bolivarianos desestimulará a los votantes chavistas Ordóñez, por su parte, llama la atención sobre otra situación. La que se da en el Distrito Metropolitano de Caracas, donde la oposición ha presentado candidatos que pueden atraer a los votantes: "Eso podría reducir la abstención en esta zona, donde se realizan seis elecciones simultáneas".

Si se revisan las cifras del CNE se encontrará que los estados que lideraron en abstención en los comicios pasados son centros urbanos importantes (Distrito Capital, Vargas, Bolívar, Aragua y Lara), mientras que los que registraron mayor participación pertenecen a regiones más rurales (Yaracuy, Cojedes, Apure, Delta Amacuro y Monagas). Considerando a los candidatos que se han lanzado y los últimos resultados del referendo consultivo los índices de abstención podrían invertirse, aumentando la participación en las zonas urbanas y disminuyendo en las rurales. Esto, no obstante, no afec taría el porcentaje histórico de abstención al que ya se ha hecho referencia.

LO NACIONAL EN LO REGIONAL

Un dato importante acerca de la abstención que se produjo en el referendo sobre la reforma constitucional fue que esta respondió en gran medida a un descontento de carácter nacional: la gestión de Gobierno, el famoso voto castigo. Para Ordóñez, sin embargo, habría que analizar con mayor detenimiento la composición de estos electores: "Deberían privar los elementos regionales, pero como los candidatos del Gobierno son designados por el Presidente, también existe una influencia nacional".

Para Ricardo Sucre, en cambio, no hay duda alguna de que en estas elecciones la figura de Chávez volverá a ser protagonista: "El mismo Presidente ha asegurado que esta es una elección en la que está en juego su mandato. Ha dicho que si se pierde una gobernación el país se incendiará, eso obviamente tiene influencia". López Maya piensa, en contraste, que la gente buscará aquellos liderazgos que garanticen una buena gestión y que será este elemento el que más influirá sobre la voluntad electoral.







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