Muros de contención
Por Venezuela Real - 7 de Noviembre, 2008, 11:31, Categoría: Política Nacional
Gerardo Blyde
El Universal 07 de noviembre de 2008 Darle todo el poder a un solo hombre termina esclavizando al propio pueblo que así actúa Tras el abuso continuado del Presidente-candidato que (en abierta y pública violación de la Constitución, la Ley del Sufragio y las normas sobre Publicidad y Propaganda) todos los días, desde un estado distinto, realiza por dos o tres horas la presentación y promoción de sus candidatos en los avances más largos de la historia transmitidos ilegalmente por Venezolana de Televisión. Tras el silencio cómplice de cuatro de los cinco rectores del CNE que permiten el ventajismo ilegal y la utilización de bienes públicos para promocionar a esos candidatos sin procesar ninguna de las denuncias que se han realizado sobre tan notorios y públicos hechos ilegales. Y ante el encadenamiento a todos los medios de comunicación a diario (al menos dos horas) para aprovechar de manera grosera los supuestos actos institucionales de la Presidencia de la República para hacerse acompañar de esos mismos candidatos en cadena nacional. Tras todos estos hechos, queda en evidencia, un vez más, el estado de descomposición ético de quien maneja al Estado venezolano y la inoperancia de los funcionarios que deben poner freno e incluso accionar en contra de tanta ilegalidad. Para el candidato-presidente el fin revolucionario justifica cualquier medio para conseguirlo. Si hay que violar las leyes patrias, el fin revolucionario está para él por encima de cualquier norma o de cualquier institución. Todo abuso trae consecuencias. Todo abuso desmedido que se comete hoy, traerá a futuro consecuencias desmedidas de parte de un pueblo al que se le ha tomado por bobo, lerdo o necio, al que se le considera incapaz de reaccionar ante la ilegalidad continuada y al que, sin duda, se apela y manipula con discursos de reivindicaciones futuras que no llegan. Mientras ya la campaña comienza su recta final signada por el abuso y la ilegalidad continuada del candidato-presidente, en otro país, en el imperio mismo, el pueblo norteamericano dio un grito de libertad, una muestra fidedigna de estar vivo y de evolucionar aceleradamente en el ejercicio de sus derechos políticos. Es un ejemplo de lo que no entiende el candidato-presidente y sus dirigentes candidatos: nada es eterno. Los pueblos evolucionan, se empoderan, y ejercen ese poder. La elección de Obama como nuevo Presidente de Estados Unidos es, sin duda, un ejemplo claro de cómo una sociedad puede producir los cambios que requiere y puede poner freno a aquello que no quiere que continúe, sólo con el arma más poderosa que puede existir: el voto. Es cierto que en ocasiones los cambios no llegan con la prontitud con la que algunos desearíamos que ocurran, pero la historia de un pueblo es siempre mucho más larga que la vida de nosotros los seres humanos que circunstancialmente tenemos una existencia temporalmente muchísimo más corta. Hace apenas dos generaciones los negros norteamericanos sufrían la peor de las discriminaciones por razones de raza; en sólo décadas hoy, ese mismo pueblo, ha elegido al presidente más poderoso del mundo y es un negro. Dentro de la institucionalidad del Estado, y en pleno respeto a la ley, con el voto popular, accederá a la presidencia pronto. No destrozará su orden constitucional ni legal. Él no es más poderoso ni que el pueblo norteamericano ni que su Constitución y sus leyes ni que sus instituciones republicanas. Gobernará con ellas y para ellas. Tampoco pretenderá quedarse en el poder por siempre. Y dependerá de cómo gobierne la respuesta que obtendrá de su propio pueblo para reelegirlo por una sola vez o para no hacerlo. Por estos lados, quien llegara al poder también por los votos, diez años después, es Presidente y es candidato, viola la ley y la propia Constitución que redactó. Pretendió modificarla para perpetuarse en el poder, y volverá a intentarlo. Se burla de las instituciones del Estado venezolano al haberlas colonizado y ponerlas a su servicio y pretende implantar modelos fracasados que, usando la fórmula de ensayo y error, le cuestan a nuestro país todos los días puestos de trabajo productivos para el pueblo y estancamiento en el subdesarrollo del cual luego de diez años de vacas gordas deberíamos estar saliendo. ¿Habremos los venezolanos aprendido la lección? Darle todo el poder a un solo hombre termina esclavizando al propio pueblo que así actúa. Las elecciones regionales son la gran oportunidad de poner límites independientes a ese poder absoluto con gobernadores y alcaldes que respondan a sus electores y no a Miraflores. Si el candidato-presidente es un constante trasgresor de la ley, si las instituciones que deben frenarlo no lo hacen, debe ser el pueblo, con el voto, el que debe poner los muros de contención. |
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