De portaaviones a muletas
Por Venezuela Real - 14 de Noviembre, 2008, 12:20, Categoría: Imagen gobierno / Chávez
Alberto Lovera
TalCual 14 de noviembre de 2008 Las luchas por la descentra-lización y el fortalecimiento de los gobiernos locales han sido difíciles en estos años de recentralización. De nuevo hay otra encrucijada donde se pone a prueba la fuerza y la pertinencia de los niveles regionales y municipales como forma de acercar el poder al ciudadano y como camino para atender las demandas populares de manera eficaz. La irrupción avasalladora del Presidente en la campaña de las elecciones regionales y municipales próximas tiene al menos un doble significado. Por una parte, pone al desnudo la concepción centralista y autocrática del Presidente. Quiere acabar con todo el tejido de instancias intermedias para la ejecución de las políticas públicas y los principios constitucionales que establecen un Estado federal descentralizado, del cual el poder nacional es un componente, que por más importante que sea, debe compartir y armonizar sus responsabilidades con el poder regional y municipal. Además, muestra una concepción autoritaria del poder, confundiéndolo con un patrimonio personal del que puede disponer a su antojo, violentando las instituciones democráticas y la voluntad popular. No de otra forma se puede entender esta sistemática amenaza de negar los recursos a regiones y municipios si no se pliegan a la voluntad del inquilino de Miraflores. Por otra parte, nos encontramos en una nueva fase del intento de anulación de las dimensiones regionales y municipales del poder. El Presidente ha insistido, no sin razón, en que ha sido el portaaviones para convertir en gobernadores y alcaldes a sus correligionarios, al rebajar la dimensión local de estos eventos. Ahora que parecía que por fin se iba a respetar el carácter de esta elección, vuelve a tratar de convertir una elección regional y municipal en elección nacional, pero con una diferencia. Si en el pasado, fuera de contadas excepciones, la figura presidencial al lado de sus candidatos estaba cerca de ser una garantía de triunfo, ahora aparece lo contrario, ante el raquitismo de la mayoría de los candidatos del partido del Presidente, éste ha tenido que salir como muletas que intenten impedir un retroceso electoral de grandes dimensiones. Si a lo largo de esta década chavista hemos sido testigos en las distintas campañas electorales de un ventajismo obsceno en medios y recursos públicos, con la complicidad de la mayoría del CNE, en esta ocasión se han roto todos los récords del descaro del abuso de poder. Una muestra de debilidad de quienes detentan el poder, no de su fortaleza. Cuando se requiere de intimidación, abuso y amenazas para hacerse de una mayoría es que algo anda mal, se va desvaneciendo la adhesión espontánea y militante de amplios sectores. En vez del poderoso portaaviones del que se ufanaba el Presidente y sus acompañantes, ahora trata de lanzar unas muletas a sus alicaídos candidatos, a quienes se les ha asignado la triste tarea de mudos sepultureros de la descentralización, mientras requieren de un ventrílocuo que hable por ellos. Ya veremos cómo hablan los electores a través de sus votos. |
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