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Dios y Federación
Por Venezuela Real - 23 de Noviembre, 2008, 10:32, Categoría: Política Nacional
Gustavo Linares Benzo
El Universal 23 de noviembre de 2008 A finales de la primera década del tercer milenio hay que apuntar hacia la civilidad Las elecciones de hoy significan el regreso del federalismo y la descentralización. Los nuevos gobernadores tendrán que atender con más celo las expectativas de sus electores, coincidan o no con las del gobierno central. Como decía el gobernador Didalco Bolívar, aun dentro de las filas del oficialismo el centralismo está de retroceso. A finales de la primera década del tercer milenio para Venezuela, hay que apuntar hacia la civilidad. Así, se proponen los siguientes símbolos para los nuevos líderes: 1. No más fotos ni nombres de gobernadores y alcaldes. Buena parte del retroceso cívico de estos años se debe al culto a la personalidad del caudillo, que tiene como objeto principal al Presidente pero que se extiende a gobernadores y alcaldes, rojos y coloreados por igual. Volvamos a los sobrios avisos de obras públicas de los primeros años de democracia, sin fotos ni apellidos. Fuera lemas y caras de las señales públicas. Las fotos para la campaña. 2. Sin uniforme. Plena libertad a los funcionarios públicos de gobernaciones y alcaldías de vestirse como quieran. Nada de chemises o chalequitos rojos o naranjas. Prohibida la uniformidad, propia del totalitarismo o de instituciones jerarquizadas (militares, policías). 3. La familia de los gobernantes tienen más obligaciones y menos derechos. Sobre todo, no puede ir al gobierno ni convertirse en heredera. El nepotismo al que tiende todo gobierno, ya crónico antes de Chávez, se ha agravado hasta el paroxismo. <zbÑbreak> 4. Orden y limpieza. Los motorizados, los graffiteros y las botellas de cerveza han convertido muchos espacios públicos en chiqueros. Pues que los gobernadores y alcaldes hagan de sus palacios de gobierno y demás oficinas oasis de higiene y orden. El efecto multiplicador será impresionante. 5. Corrupción. A nuestro pueblo ya no le importa, según las encuestas, entre otras cosas porque no siente su efecto en la vida cotidiana. Pero la postración moral que indican esas encuestas es muy grande: si se puede robar dinero público, mucho más se puede robar dinero y cosas privadas. De allí la clonación de tarjetas, los robos en tiendas. Un comienzo: por ley los nuevos gobernadores y alcaldes deben enviar a la Contraloría su declaración jurada de patrimonio. Pues a enviarla también a los medios y publicarla en los periódicos y en la red. Estos símbolos ayudarán a la reconstrucción cívica que se impone. |
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