De cada 100 inmuebles en el mercado sólo 8 son para alquilar
Por Venezuela Real - 11 de Diciembre, 2008, 15:00, Categoría: Vivienda
INGRID ROJAS R.
El Mundo 11 de diciembre de 2008 Dueños de inmuebles no invierten en las edificaciones por baja rentabilidad La demanda de viviendas para el arrendamiento no ha dejado de crecer, mientras la oferta se reduce con la consecuente especulación. Empresarios sugieren desregular para estimular la construcción Caracas. Desde 2003, cuando el Gobierno decidió mantener congelados los cánones de arrendamiento para inmuebles destinados a vivienda (resolución conjunta del antiguo ministerio de la Producción y el Comercio y de Infraestructura publicada en la Gaceta Oficial N° 37.667 del martes 8 de abril de 2003), la oferta de alquileres no ha hecho más que reducirse. La situación es tal que hoy día la oferta de casas y apartamentos para arrendamiento es de 8%, según datos oficiales de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela suministrados por Francisco Neri, presidente de la institución. Esto significa que, de cada 100 viviendas que salen al mercado, 92 están destinadas a operaciones de compra-venta y el resto a alquiler, cuando la relación hace cinco años y medio era 70% - 30%. Neri señala que tantos controles, definitivamente no pueden traer buenas cosas y para muestra varios botones. En primer lugar, una proporción de inmuebles no sólo está afectada por la congelación de los cánones de arrendamiento, sino también por la regulación de alquileres por tratarse de bienes, cuya cédula de habitabilidad es anterior a 1987. Esta situación, de acuerdo a Felipe Martínez, presidente de Cámara de Bienes Raíces, se ha revertido contra quienes las habitan porque -asegura- el monto pagado por concepto de alquiler no da para el mantenimiento y, en consecuencia, comienzan a colapsar los ascensores, tuberías, iluminación, entre otros conceptos, en detrimento de la calidad de vida de los inquilinos. Y en segundo lugar, en contraste con aquellos inmuebles donde ha sido imposible ajustar los cánones por una u otra vía, está el caso de otros donde la especulación marca la pauta. POR LAS NUBES Andrea Camacaro, administradora de profesión, llegó a la ciudad capital hace cinco años cuando decidió salir de su natal pueblo guariqueño en busca de oportunidades de trabajo. Desde e! ntonces salta de un lado a otro, bien porque le aumentan el canon de arrendamiento "bajo cuerda" o porque el propietario del inmueble ha decidido vender. Ahora mismo anda buscando techo para vivir y, como siempre, la tarea no ha sido fácil. Sabe que mínimo tendrá que destinar 1.400 o 1.500 bolívares fuertes, es decir casi dos salarios mínimos (Bs.F. 799,23) para arrendar un apartamento de una habitación en una zona céntrica de Caracas. Si quisiera alquilar sólo una habitación, por ella le pueden pedir Bs.F. 900 al mes en El Paraíso y si se trata de alguna zona del Este el precio se pierde de vista y llegar perfectamente a Bs.F. 2.500. La renta mensual es equiparable a la cuota que cobra la banca mes a mes por el crédito más alto para la adquisición de vivienda (Bs.F.1.558,80). Mientras más hacia el Este se mueva Andrea, más caro se pone el bien y si la oferta es con mayor cantidad de habitaciones, muebles, aire acondicionado y estacionamiento, ni hablar. La oferta no sólo abarca inmuebles para alquilar por mes sino por día a Bs.F. 350, por ejemplo en Los Palos Grandes, con lo que la mensualidad se dispara hasta Bs.F. 10.500 por un apartamento de una habitación. Ni qué decir de los montos totales a pagar que, según la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios vigente desde 1999, no deben pasar de cuatro meses de renta, pero en realidad superan los cinco y llegan hasta 10 cuotas. Los clasificados que publican a diario El Universal, El Nacional o Últimas Noticias dan cuenta de esta realidad que Samir Nassar Tayupe, director general de Inquilinato del ministerio de Infraestructura, califica de "una gran especulación" por parte de personas particulares y no de empresas afiliadas a las cámaras Inmobiliaria y de Bienes Raíces, las que -comentósaben a qué atenerse de incumplir la resolución oficial. Esta situación y otras han elevado considerablemente el número de casos que atiende la instancia gubernamental a través de su oficina de asesoría y! asistencia jurídica, que ha roto un récord en el año al recibir a 17.000 personas. El aumento de cánones de arrendamiento en abierto incumplimiento a la resolución vigente desde 2003, ha llevado a abrir procedimientos sancionatorios en conjunto con el Indepabis. En muchos casos los inquilinos han terminado consignando el pago en tribunales. Martínez, como otros representantes del sector privado, señala que la especulación es consecuencia de un mercado más estrecho producto de la congelación, por lo que considera imposible que no se tome en cuenta la ley de la oferta y la demanda. Mientras la oferta se reduce cada vez más, la demanda no para de crecer y eso hace que se generen brotes especulativos. EN CAMINO La Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat, promulgada en julio pasado, dejó en manos del ministerio para la Vivienda y el Hábitat la competencia de la regulación de arrendamiento de viviendas, respecto a lo cual Nassar Tayupe anunció que actualmente se está constituyendo la oficina que se encargará de esta materia. Mientras la dirección de Inquilinato adscrita al Minfra, seguirá marcando pauta para los inmuebles con usos distintos a vivienda. PETICIÓN Desregular La Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat vigente contempla que el Ejecutivo Nacional podrá establecer incentivos tributarios y de cualquier otra índole para promover el arrendamiento inmobiliario de viviendas. Hasta ahora no pasa de un enunciado legal por una parte y de un deseo de quienes se mueven en el mundo inmobiliario y de la construcción. Dinorah Moreno, presidenta de la Cámara Inmobiliaria Metropolitana, cree que para ello es necesario garantizar seguridad jurídica a los inversionistas, lo cual pasa por desregular, es decir, por dejar que el mercado fluya naturalmente. Unos años atrás la Cámara de Bienes Raíces hizo una propuesta para la construcción de viviendas destinadas al alquiler como una manera de aliviar el déficit habitacional, calculado hoy en 1,8 millones de viviendas. Martínez cree que en vez de estrangular más al mercado del arrendamiento, el Ejecutivo debe descongelar progresivamente los cánones para entusiasmar la inversión en esta área.
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